2016: el año más violento para la prensa en México
En lo que va del año cada 26 días matan a un representante de los medios de comunicación, destaca la organización Artículo 19
MÉXICO – Salvador Olmos era joven. Llevaba el cabello con rastas, vestía desgarbado, organizaba protestas en la defensa de las comunidades mixtecas y otras causas con el mismo frenesí con el que documentaba su programa “Pitaya Negra” en la radio comunitaria mixteca del poblado de Huajapan de León hasta que lo asesinaron antes de cumplir los 28 años.
Fue durante la madrugada del 16 de junio pasado cuando sumó el caso número ocho de periodistas ejecutados en México. Después vendrían otros dos en Veracruz y Puebla. Todos con el mismo común denominador: impunidad.
La organización internacional Artículo 19 –defensora de los derechos de los periodistas- declaró que el 2016 es hasta ahora el año más violento contra la prensa en México (a un ritmo de un asesinato cada 26 días) por lo que arrancó en los últimos días una campaña para llamar la atención respecto a la falta de un Estado eficaz para frenar las agresiones a la prensa.
“El 99.7% de los crímenes contra periodistas en México quedan impunes”, detalló en un comunicado. De hecho, la Procuraduría General de la República (PGR) ha hecho público que en los últimos cinco años sólo ha habido dos sentencias condenatorias.
El caso de Salvador Olmos es uno de los más representativos para documentar dónde y por qué la impunidad sigue apuntando el gatillo contra los comunicadores.
El periodista caminaba durante la madrugada por las calles de Hujapan cuando lo detuvieron autoridades municipales bajo acusaciones de hacer pintas en un monumento.
De acuerdo con la averiguación previa del Ministerio Público, una vez esposado el muchacho fue trasladado a la fiscalía y una vez dentro de las instalaciones se echó a correr. Así comenzó una persecución que terminó cuando la patrulla lo atropelló por la “falta de visibilidad” y el periodista murió al instante.
Algunos testimonios que no han sido integradas al expediente afirman que el muchacho levantó las manos y dijo “hasta aquí”, pero de todos modos la patrulla le fue para arriba con todas las luces.
Por otro lado, la familia sostiene que Olmos fue torturado: que su ropa estaba desgarrada, que el cuerpo tenía golpes, los testículos inflamados y los brazos dislocados cuando lo fueron a reconocer al mortuorio.
Los amigos llevaron a la fiscalía pedazos de rastas que encontraron en otro lugar diferente al que murió para arrancar una averiguación de asesinato extrajudicial. Colegas del programa de radio acusaron directamente al presidente municipal a quien Olmos criticaba constantemente por sus desfalcos, pero no era lo único que denunciaba. Los abusos de las empresas mineras eran también una constante.
Aún así, no hay una línea de investigación al respecto, reprocha Artículo 19.
Según esta organización, las principales agresiones hacia los periodistas proviene de funcionarios públicos seguidos por el crimen organizado. Desde 2000 a la fecha han muerto asesinados 116 comunicadores.