Enseña a tus hijos a fijarse metas
En cada inicio de un nuevo año, los menores también deben hacer su propio listado de los objetivos que desean alcanzar
Las resoluciones de fin de año no son solo para los adultos, los niños también deben hacerlas y son los padres los encargados de inculcarles este buen hábito que les servirá para toda la vida.
“Enseñarle a los menores a fijarse metas razonables de acuerdo con su edad, les ayudará en el futuro a saber cómo proyectarse y organizarse para materializar su sueños, ya sea adoptando buenos hábitos o eliminando los malos, así como a buscar los recursos que necesitan para aprender las habilidades que los llevarán al éxito”, dice la psicóloga Rebecca Peterson, basada en Sherman Oaks, California.
La tarea no es difícil. Lo único que hay que hacer es abordar al menor —en edad escolar o en la etapa de la adolescencia— con una serie de preguntas que lo conduzcan a evaluar de forma divertida—nunca rígida, crítica, ni estricta— los logros obtenidos durante el año que pasó y a pensar en las cosas que puede cambiar para eliminar un mal hábito que haya adoptado (como mentir, no lavarse los dientes, pelear mucho con sus hermanos, ser desobediente o perezoso).
“La idea es hacerlos pensar, sin imposición ni exigencia, en las cosas que pueden cambiar si ellos se comprometen a sí mismos a el cambio”, denota la Dra. Peterson.
Sueños e imposición de meta
Durante la conversación también se les debe preguntar sobre las cosas que les gusta hacer, que les interesan y que podrían convertirse en sus sueños.
“Al menor hay que motivarlo para que piense y no interrumpirlo al hablar. Y después de que el exprese lo que piensa y desea, como por ejemplo, que quiere aprender a jugar fútbol porque desea ser un gran futbolista, entonces la segunda pregunta sería: ¿qué puedes hacer tú y nosotros para que alcances ese sueño?”, detalla la Dra. Peterson.
Esta pregunta pondrá de nuevo a pensar al menor y con este ejercicio aprenderá a desarrollar sus propias ideas e iniciativas de acción para materializar sus sueños.
“Este tipo de ejercicio mental puede abrir muchas puertas en la vida de un niño que aprende, desde temprana edad, a identificar sus metas y a ser responsable de las acciones que lo encaminarán hacia la realización de sus objetivos”, resalta la psicóloga.
Y es que, como acentúa la experta, el objetivo de este ejercicio mental es enseñarle al menor cómo conseguir cualquier cosa que se proponga si persigue sus sueños.
“Con este ejercicio tan sencillo, también se le enseña al niño los pasos implicados en el proceso de la motivación, organización, determinación y planeación”, resalta la Dra. Peterson.
Motivación y apoyo
Corresponde también a los padres apoyar a los menores en sus objetivos aunque éstos suenen poco realistas, ya que de sus simples ideas pueden resultar grandes proyectos.
“La motivación y apoyo es fundamental. Con estas acciones, ellos [los niños] se sentirán respaldados y seguros y a la vez satisfechos en estar cumpliendo sus propias metas”, dice la experta en comportamiento humano.
El habituar a los menores a que realicen a principio de año su lista de objetivos, y las lean en voz alta ante la familia, los motivará de inmediato a ser responsables en el cumplimiento de ellas, a la vez que los padres se sentirán también comprometidos a apoyarlos en sus ideales.
“A partir de este punto, el oficio de los padres será el apoyarlos y orientarlos en la disciplina que deben seguir para el alcance de sus metas”, recuerda la Dra. Peterson. “La actitud de los padres debe ser siempre de apoyo y motivación, aún cuando el menor experimente fracasos en el camino de su intento”.