Es dudoso que los topes en las calles limiten el crimen en los barrios
Esta columna debería ser lectura requerida para los concejales hispanos que han llenado de topes las comunidades de Brighton Park, La Villita, Pilsen y Humboldt Park bajo la dudosa suposición de que los topes combaten el crimen.
Cada mañana que llevo a mi hija, que estudia secundaria, a la estación del tren tengo que manejar sobre cinco topes en una calle y de regreso, por otra ruta, otros dos topes. Después llevo a mi hijo a la primaria por otro rumbo y tengo que atravesar por tres topes en una calle y de regreso tomo otra calle y enfrento otros dos topes. Estos son 12 topes cada mañana que a la semana asciende a pasar por estos topes 60 veces y al mes llegan a 240 veces. En un año escolar de nueve meses, esto asciende a 2,160 veces al año que mi pobre auto (no le quiero decir carcacha porque se sentiría mal) pasa por estos doce topes.
¿Bastante castigo para un auto, no creen?
Y mi pregunta es esta: ¿por qué los concejales están castigando a las comunidades de Brighton Park, La Villita, Pilsen, Humboldt Park y Logan Square con tantos topes?
He escuchado que los topes sirven para detener a los malhechores cuando tratan de escapar después de atacar a alguien. Esta teoría no tiene nada de malo excepto que la lógica está un poco equivocada.
A los agresores se les puede capturar mejor por la policía si no hay topes y para eso luego también está la investigación de los detectives, lo que vieron los testigos y los reportes policiacos de cada incidente.
Vivo en un barrio de la ciudad que de vez en cuando tiene brotes de violencia pero no todos los días como para justificar poner una barrera de topes en cada otra calle.
En las mañanas los residentes tienen que llevar a sus hijos a las estaciones de los trenes de la CTA y a la escuela y también ir a trabajar. Los topes nomás los dilatan.
Otra cosa es el daño que los topes causan a los autos ya que pueden dañar el mofle, los ejes y la alineación. Y ustedes ya saben cómo están los costos con los mecánicos en estos días.
Los topes en mi vecindad ya no son como antes, que apenas se elevaban unas pulgadas de la superficie, ahora los topes parecen pequeñas pirámides egipcias.
En la opinión de esta columna los topes más bien parecen un castigo a los residentes por vivir en barrios pobres porque dudo que las áreas ricas de Chicago toleren que les impongan una serie de topes como si fuera una pista de obstáculos olímpica.
Los topes son una inconveniencia y un castigo a los motoristas y residentes de cada barrio en donde estos se encuentran. Su construcción es una cortina de humo para encubrir el hecho que los concejales y la ciudad no tienen una idea clara de cómo combatir el crimen. Es un derecho de los ciudadanos tener acceso a las calles de la ciudad sin topes que les destruyan sus autos, ¿no creen?