Detenidos sufren abusos y desesperanza en centros de detención en Georgia, dice informe
WASHINGTON.- Los inmigrantes detenidos en dos centros en Georgia llevan años afrontando abusos y desesperanza ante condiciones insalubres, incluyendo comida rancia, y violaciones de sus derechos, y bajo la administración de Donald Trump “la situación ha empeorado”, afirmó un informe divulgado este jueves por el grupo “Project South” y la Universidad estatal de Pensilvania.
Según el informe, la lista de quejas es larga y poco ha cambiado en Irwin y Stewart desde un informe similar en mayo de 2012: poca o mala comida; retrasos en atención médica; hacinamiento y temperaturas extremas en las celdas; escasez de productos higiénicos; poca información sobre servicios legales gratuitos, y malas condiciones para las visitas de abogados.
También hubo casos de acceso limitado a llamadas telefónicas y al uso de una ya carente biblioteca legal, y restricciones de tiempo recreacional. Los inmigrantes que hacen trabajo “voluntario” ganan mucho menos que el salario mínimo, a veces menos de $1 por día.
Abusos y desesperanza
Las condiciones en los centros de Irwin y Stewart, los más grandes de su tipo en Georgia, son tan pésimas que no sólo violan las normas internacionales para centros de detención sino también las propias reglas de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), dijo el informe.
En uno de los testimonios, un detenido que llevaba 18 meses en el centro de Irwin, jamás recibió la ropa interior, los calcetines o la colcha que pidió. Otro, de México, también en Irwin, ahora tiene que pagar por cada llamada, porque guarda celosamente el $1 que gana a diario limpiando.
Otro ha perdido 70 libras desde que llegó a Stewart, donde una vez le apareció un gusano en la comida, “el agua apesta a heces, y las duchas están llenas de moho”.
El encierro ha sido muy duro para una joven indígena guatemalteca que fue trasladada de Irwin a Stewart, donde la comida es poca y mala, apenas recibe visitas, y no había visto a un juez para pelear su caso de deportación.
Respuesta de ICE
En declaraciones a este diario, Bryan D. Cox, portavoz de ICE para la región del sur, afirmó que la agencia está “firmemente comprometida con la seguridad y bienestar de quienes están bajo su custodia”.
“Las instalaciones nombradas en estas acusaciones son sometidas a inspecciones regulares, con y sin previo aviso, y hemos determinado que cada una cumple con las rigurosas normas”, enfatizó Cox.
ICE se asegura de que los centros de detención ofrecen un ambiente “seguro y humano” para los detenidos, además de que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) investiga toda acusación de abuso o conducta indebida, y toma acción cuando es necesario, aseguró.
Un asunto con larga vida
Ambos centros, ubicados a tres horas de Atlanta en el sur de Georgia, tienen un largo historial de abusos a los derechos humanos y civiles de los detenidos.
El informe de hoy se suma a otros que han denunciado las condiciones “deplorables” en los centros de detención para inmigrantes, y que han exigido mejoras por parte del DHS y ICE.
El informe del grupo “Project South”, la Clínica para los Derechos de los Inmigrantes de la Universidad estatal de Pensilvania y otras organizaciones pro-inmigrantes, es fruto de visitas en el último año a los centros de detención en Stewart e Irwin, más de 70 entrevistas con detenidos y sus abogados, y análisis de contratos carcelarios y otros documentos.
Temen más abusos
Aunque las visitas se realizaron durante el gobierno del presidente Barack Obama, la política migratoria de la Administración Trump, la continuidad de jugosos contratos de ICE con empresas privadas, y el considerar “deportable” prácticamente a todo inmigrante indocumentado, sólo presagia la continuidad de estos abusos.
Azadeh Shahshahani, directora legal de “Project South”, dijo hoy a este diario que los problemas descritos en el informe “siguen sin solución”, y el futuro tampoco es promisorio.
“Mientras sigan en pie los planes de deportación masiva de Trump, los inmigrantes seguirán siendo detenidos innecesariamente en condiciones deplorables”, advirtió la experta.
“Esperamos firmemente que el DHS y ICE tomen con seriedad los resultados de este informe, y comiencen el proceso de cerrar los centros en Irwin y Stewart”, enfatizó Shahshahani.
En 2016, ICE detuvo a más de 352,000 personas, con un promedio diario que osciló entre 31,000 y 34,000, a un costo promedio de $127 por día por cada detenido. En octubre pasado, la cifra alcanzó los 41,000 al día.
A juzgar por las declaraciones de Trump y de los secretarios de Justicia, Jeff Sessions, y de Seguridad Nacional, John Kelly, es poco probable que ICE cierre esos centros de detención.
Las órdenes ejecutivas que firmó Trump el pasado 25 de enero exigen el recrudecimiento del combate contra los inmigrantes indocumentados, tanto en la frontera como en el interior de EEUU, lo que incluye la ampliación de los centros de detención.
Próximos pasos
El informe emitió una larga lista de recomendaciones para mejorar las condiciones de vida de los detenidos, su acceso a abogados, su cuidado médico, y el respeto a su derecho al debido proceso.
Asimismo, pidió el cierre de ambos centros de detención; reformas para exigir rendición de cuentas a centros que no cumplen con las normas de ICE, o atenerse a la cancelación de contratos, y la implementación de alternativas al encierro para inmigrantes que califiquen.
También recomendó que, cuando sea necesario, los detenidos tengan acceso a intérpretes a lo largo del proceso de deportación, consultas con sus abogados, material actualizado y en el idioma de los detenidos, entre otras mejoras.