Fotos: Los increíbles fisicoculturistas que tienen más de 60 años y lucen como de 20
La edad no los frena a la hora de entrenar; historias de súperabuelos que día tras día baten un nuevo récord
Lejos está aquella imagen del abuelo sentado en el parque, leyendo, esperando que sus días pasen como si nada. Para estos hombres, la edad no es un impedimento y mucho menos si se trata de entrenar sus músculos. A continuación, cuatros historias de superabuelos que están a la altura de cualquier joven.
Robbie Robinson, el fisicoculturismo como arte mismo
Tiene 64 años y cree que el fisicoculturismo es un arte. En sus viejas épocas supo ser el fiel compañero de Arnold Schwarzenegger, cuando éste entrenaba. “Esta actividad deportiva está a la par de la pintura, la arquitectura y el cine“, dice. Más conocido como “el Príncipe Negro”, Robbie asegura que el cuerpo humano es un don de Dios y que de la mano de una alimentación adecuada y mucho ejercicio se puede convertir en una atentica obra de arte se puede convertir en una obra de arte con una nutrición adecuada. ¡A los hechos nos remitimos!
Valentin Dikul, una historia de fuerza y superación
¡Atención fanáticos del Crossfit! Este hombre de 51 años es capaz de levantar un peso de 460kg. Pero esto no es nada: además, puede hacer sentadillas con un peso de más de 990 libras y press de banco con una barra que pesa 570 libras. ¡Un campeón absoluto!
Valentín también tiene una historia de superación que lo ayudó a convertirse en el atleta que es hoy. A los 15 años, sufrió un accidente muy grave durante una función en el circo que trabajaba. Los médicos le dijeron que nunca más iba a poder ponerse de pie. Sin embargo, este hombre nunca se rindió. Empezó a hacer ejercicios para entrenar todos sus músculos y así fue que 8 meses después salió del hospital caminando.
Jeffrey Life, un cambio de vida rotundo
Comenzó a entrenar a los 72 años por una necesidad de salud. En ese momento Jeffrey sufría exceso de peso, tal es así que ni siquiera podía caminar una cuadra ni atarse los cordones solo. Pero algo cambió en su cabeza. Un buen día, empezó a entrenar y comenzó a ver resultados positivos en su cuerpo, en su salud y en su estado de ánimo. “Me cambió la vida. No imagino mis días sin el entrenamiento”, confiesa. Actualmente, a sus 76, Jeffrey sigue entrenando a sol y a sombra. “Esto le dio sentido a mi existencia en este mundo”, revela.
Andreas Cahling, el abuelo vegetariano y fisicoculturista
Andreas está convencido de que la edad no puede ser un obstáculo para darle vida a un cuerpo hermoso. Con 62 años, entrena todos los días de su vida. “No falto ni una sola vez”, cuenta. El dato más llamativo en la historia de este abuelo es que es un fisicoculturista amante de lo vegetariano, algo que generalmente no sucede con este tipo de deportistas ya que su base alimentaria requiere sólo de alimentos ricos en proteínas de origen animal. Fiel a su estilo, Andreas además promueve una vida sana en la que el deporte es uno de los principales protagonistas.