Kumamoto o la revolución política en México
El joven lesgislador de Jalisco busca reunir 115,000 firmas que exige la ley para ser candidato independiente al Senado de la República
MEXICO – Mientras lees este artículo, probablemente José Pedro Kumamoto Aguilar, bisnieto de un emigrante japonés que huyó de la Segunda Guerra Mundial, está tocando alguna puerta o caminando entre automóviles de algún pueblo de Jalisco en
Kumamoto (Guadalajara, 1990), a diferencia de cualquier otro que busca ser lbusca de una de las 115,000 firmas que exige la ley para ser candidato independiente al Senado de la República.egislador en el congreso federal, nunca ha pertenecido a ningún partido ni ha tenido que ser el amigote de los líderes, callar las fechorías de éstos o reírse de sus chistes o aguantar las borracheras a cambio de ser nombrado candidato.
Por el contrario, “salió de las redes sociales para ocupar un puesto representativo (diputado local) en su distrito“, como él mismo lo describe desde Zapopan, el municipio donde radica actualmente y donde catapultó su primera candidatura independiente en 2015, un año después de que la Reforma Política las permitiera.
Y desde entonces no ha hecho otra cosa que revoluciones. No pelear contra el sistema, sino cambiar lo que está mal del sistema.
“Queríamos cambiar en Jalisco la forma de relacionarse entre el ciudadano y el funcionario y eso mismo queremos hacer a nivel federal“, detalla Kumamoto en plural al referirse a su equipo integrado mayoritariamente por jóvenes milenials que, como él, le calla la boca a más de una crítica simplista que define a la Generación Y como brillante, pero perezosa y pusilánime.
Entre los trabajos destacados de este equipo en menos de dos años en la legislatura de Jalisco destaca la eliminación del fuero a los gobernantes y la aprobación de la ley conocida como #Sinvotosnohaydinero para que el presupuesto asignado a los partidos sea proporcional al número de sufragios que logren en una contienda electoral y no por el número de registros en la nómina de electores.
La ley fue avalada en enero pasado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación y sentó bases para empujar al congreso federal a hacer una legislación similar a nivel nacional, pero ha tenido una oposición tajante entre las cúpulas de los partidos con artimañas para frenarla tales como no asistir a la reunión de comisiones para que no haya quórum y congelar el proyecto.
“Los partidos quieren postergar la discusión al infinito“, observa Kumamoto, licenciado en Gestión Cultural por la Universidad Jesuita de Guadalajara (ITESO), promotor de talleres antimafias, amante de la poesía, el cine y andar en bicicleta, un hábito que mantiene como símbolo de austeridad y que apuntaló recientemente con la renuncia al 70% de su salario (los diputados de Jalisco son los legisladores del país que más ganan: 6150 dólares mensuales) .
“La disparidad económica entre el representante y el representado aleja al legislador de la realidad y dificulta toda posibilidad de transformarla“, justificó en su página oficial y en su cuenta de Facebook, donde le llovieron las críticas por considerarlo un populista. “¿Por qué no renuncias también a las prestaciones y bonos“, escribieron sus detractores.
Los adversarios le critican principalmente el salto precipitado o “picardía“ para querer saltar del congreso local al Senado, sin pasar por un cargo de escrutinio público más agudo como una presidencia municipal o una gubernatura pero él responde que la emergencia de transformación política no está sólo en Zapopan o Jalisco sino en todo el país.
“Desde ahí se pueden cambiar todos los vicios del sistema“, argumenta.
Los partidos políticos han intentado sumar a Kumamoto a sus filas, pero él lo ha rechazado dice, “porque no quiere llegar al poder con compromisos ajenos, pactados debajo de la mesa entre los “poderes fácticos“ y las élites de gobierno sin consultar a las bases que son la ciudadanía“.
Contra ello tiene un portal abierto al público donde la gente puede consultar quiénes integran su equipo de trabajo, sus gastos de oficina legislativa (hasta antes de pedir licencia en el cargo para buscar una candidatura independiente) así como su número telefónico y correo electrónico.
El analista politico Enrique Toussaint, calificó la carrera de Kumamoto como “simbólica“ y peligrosa. “Su idealismo, honestidad y franqueza pueden causarle problemas“.