Crecen retrasos y obstáculos en procesos migratorios por orden de la Casa Blanca
USCIS está cambiando de ser una agencia que otorga beneficios a los inmigrantes a ser un departamento más en la agenda anti extranjera de Donald Trump, denuncian expertos.
Cuando la agencia del gobierno que se ocupa de procesar residencias, ciudadanías y permisos de trabajo eliminó las palabras “nación de inmigrantes” de su misión general, también eliminó la palabra “clientes”.
No se trata únicamente de un cambio de palabras, denuncian abogados y expertos en todo el país, sino de una filosofía diferente en la que todos los procesos migratorios toman más tiempo, requieren más papeleo y hay más incertidumbre que nunca antes.
Para León Rodríguez, ex director de la Agencia de Inmigración y Naturalización entre 2014 y 2017 -bajo el gobierno de Obama- el cambio es “deprimente”.
“Esencialmente, ya no hay ninguna agencia del gobierno federal que tenga como prioridad dar la bienvenida a los inmigrantes“, dijo Rodríguez en una entrevista con La Opinión. “Personalmente me deprime, pero además, no es bueno para el país, es algo que nos va a perjudicar”.
De todos los rincones del país se reporta que los permisos y visas de trabajo, las tarjetas de residencia y hasta las simples extensiones que permiten que alguien siga trabajando mientras espera un cambio de visa, están tardando meses más que antes.
Algunos de estos cambios se hicieron expresamente. Por ejemplo, USCIS tradicionalmente apuntaba a resolver solicitudes de permisos de trabajo en 90 días. Esta regla fue eliminada y según el Ombudsman de USCIS, un cuarto de las solicitudes están tomando más de 180 días.
Este tipo de cambios tienen un efecto importante en la vida real de las personas, dijo Sandra Feist, abogada de inmigración de Minneapolis, Minnesota.
Feist ofreció a La Opinión numerosos ejemplos de clientes que tramitaban visas profesionales o renovaciones de visas en Estados Unidos y que tuvieron que quedarse varios meses sin trabajar debido a los retrasos.
“Tengo una cliente que es administradora de una clínica de salud comunitaria, que la estaba patrocinando para la residencia siguiendo todos los requisitos de la ley”, dijo Feist. “Sin embargo aunque tradicionalmente tomaba entre 60 y 90 días recibir un permiso de trabajo de una residencia ya autorizada, el de ella tardó seis meses y tuvo que estar un buen tiempo sin trabajar”.
En parte, los retrasos se deben a que la agencia está pidiendo más información sobre prácticamente todas las solicitudes, exigiendo la presentación de más documentos y pruebas que los abogados consideran cada día más inusuales.
“No es la primera vez que USCIS nos pide más información sobre un cliente, lo nuevo es que ahora ocurre muchísimo más que antes”, dijo Feist. “Mi oficina se está inundando de estas solicitudes”.
Las propias cifras de USCIS lo corroboran. En agosto de 2017, un 20% de las solicitudes enviadas recibían un “RFI” o “request for information“, en el que esencialmente, la agencia pide más información o papeles para corroborar algo en la solicitud.
Más escrutinio, más retrasos
En diciembre, el 87.4% de casos presentados recibían un RFI, generando inmensas cantidades de trabajo para abogados y los clientes, que buscan hacer todo legalmente.
“Mis clientes están muy asustados”, dijo Rob Cohen, otro abogado de inmigración que encabeza el comité de beneficios migratorios de la Asociación Nacional de Abogados Migratorios (AILA)
Cohen indicó que las propias compañías que contratan o patrocinan a trabajadores extranjeros están preocupados y que su productividad se está viendo afectada.
Una de las visas que está en la mira del gobierno de Trump es la H1 B para profesionales extranjeros con grados avanzados, que pueden incluir computación, medicina, finanzas, arquitectura, ingeniería.
A raíz de la orden ejecutiva “Buy American, Hire American”, el gobierno de Trump ordenó a USCIS ser más estrictos en la concesión de estas visas para asegurar “que son para las personas más hábiles y con los salarios más altos”, pero que protegen los trabajos y salarios de los Estadounidenses.
Desde que se dio esta orden, estas visas se han tardado más y se han vuelto más difícil de obtener. También han comenzado a aumentar los rechazos y retrasos en visas que antes se daban con cierta facilidad, según explicó un reporte publicado por AILA esta semana.
“El proceso legal de inmigración se ha vuelto más incierto e impredecible“, apunta el reporte. “Esto desalienta a las corporaciones a patrocinar empleados extranjeros y disuade a los estudiantes e inmigrantes más talentosos a buscar oportunidades en otras partes”.
Las cifras de 2018 indican que la cantidad de solicitudes de visas H-1B disminuyeron por primera vez en cinco años, de 236,000 en 2017 a 199,000 ahora.
En la misma categoría de H1-B se dio la menor cantidad de aprobaciones de los últimos ocho años y un bajón de 348,162 casos aprobados en el año fiscal 2016 a 197,129 el siguiente año.
Las solicitudes de visa de estudiante también han disminuido en un 4% entre 2016 y 2017.
Hasta el turismo se ha visto afectado por los cambios, particularmente por el mayor escrutinio en aeropuertos: entre 2016 y 2017 Estados Unidos perdió a 2.3 millones de visitantes.
Para el gobierno de Trump, estos retrasos implican el éxito de sus políticas de aceptar a menos trabajadores extranjeros y ser “más estrictos” con todos los que quieren venir a vivir o a trabajar en Estados Unidos. El retrasar los procesos sirve, al fin y al cabo, para desalentar a muchos solicitantes.
“No es un secreto que este gobierno ha expresado graves dudas sobre el valor de ciertos extranjeros o programas de visa”, dijo Doug Rand, quien fue asesor de política doméstica sobre ciencia y tecnología en la Casa Blanca de Obama.
Rand, indicó que en su trabajo con el gobierno resultó obvio que “la capacidad de Estados Unidos para competir en el mundo está íntimamente ligada a la inmigración“.
“Sin embargo, esa no es la filosofía del actual gobierno y hasta ahora no hemos visto aún grandes cambios en leyes, solo en las operaciones, dijo Rand. “Sabemos que vienen cambios más drásticos porque hasta ahora lo que han modificado es la forma en que operan, pero nos preparamos para cambios en los procesos que serán mucho peores”
La nueva filosofía: “todo es un potencial fraude” (SIDEBAR)
León Rodríguez dirigió USCIS entre 2014 y 2017 durante el gobierno de Barack Obama y ahora está retirado del gobierno y trabajando como abogado de inmigración.
En una entrevista con La Opinión, Rodríguez indicó que hay una diferencia esencial en la filosofía de quienes ahora dirigen USCIS y los que lo hacían anteriormente.
“Este gobierno solo sabe decir cosas negativas sobre los inmigrantes”, dijo Rodríguez, quien es cubano americano.
Algunos de los obstáculos y retrasos que se están viendo en los procesos migratorios responden, dijo Rodríguez a problemas que ya existían antes, pero otros tienen que ver con una nueva actitud del gobierno en la Casa Blanca.
“Para estos líderes hay un fraude galopante en todas las categorías de procesos migratorios”, dijo Rodríguez. “Yo no estoy de acuerdo. Si bien hay fraude, también hay mecanismos muy fuertes para identificarlo. Yo fui fiscal de fraude, se de lo que estoy hablando”.
USCIS, la Agencia de Inmigración y Naturalización de los Estados Unidos recientemente cambió las palabras que definen su misión en este país. El cambio eliminó las palabras “país de inmigrantes” y también la palabra “clientes”.
“Algo que me molestó muchísimo fue que el actual director quisiera implicar que antes éramos simplemente una agencia que se dedicaba a satisfacer al cliente en detrimento del país”, dijo Rodríguez. “Eso me molestó mucho”.
USCIS es, en realidad, una agencia que se sostiene de lo que pagan los inmigrantes que tramitan beneficios, y no recibe fondos federales. Cada año, la agencia realiza 6 millones de procesos o transacciones y cobra por ellas a los beneficiarios.