James Law: el ingenioso arquitecto que hace casas dentro de grandes tubos de concreto
Un arquitecto está utilizando una opción ingeniosa y barata que puede resultar una alternativa a corto plazo
Hay mucha gente en Hong Kong: 7.4 millones de personas para ser más específicos, todos en un área de 106 kilómetros cuadrados.
Como resultado, los precios de la vivienda se han disparado a una velocidad vertiginosa y muchos son incapaces de permitirse los acelerados altibajos de los precios inmobiliarios.
Es por eso que un arquitecto local quiere convertir las tuberías de agua de hormigón gigantes en mini-pisos, apilándolos unos encima de otros en terrenos baldíos.
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Pero ¿podría ser esta idea ingeniosa una verdadera solución para el problema de vivienda de Hong Kong?
El tema de la vivienda
El problema inmobiliario causa preocupación en las autoridades locales desde hace tiempo.
La búsqueda de viviendas asequibles ya ha arrojado algunas alternativas, a veces bastante extrañas.
Algunos arquitectos están experimentando con pisos increíblemente pequeños conocidos como “nano-hogares”.
10 ciudades más caras del mundo para comprar una vivienda (Demographia International) | Precio promedio de una vivienda en US$ | Salario promedio anual en US$ |
---|---|---|
Hong Kong | 5,4 millones | 300.000 |
Sídney | 1 millón | 88.000 |
Vancouver | 830.100 | 70.500 |
Auckland | 830.800 | 83.000 |
San José, California | 1 millón | 104.000 |
Melbourne | 740.000 | 78.200 |
Honolulu | 745.300 | 78.900 |
Los Ángeles | 593.900 | 63.900 |
San Francisco | 835.400 | 90.400 |
Bournemouth | 357.060 | 40.284 |
Una de esas casas, más pequeñas que un espacio de estacionamiento de solo 11 metros cuadrados, se vendió recientemente por US$242.805.
Tal es la desesperación de las personas por encontrar un lugar al que llamar hogar.
El arquitecto James Law, con sede en Hong Kong, describe cómo la ciudad se ha vuelto notoria por sus alojamientos minúsculos en apartamentos y edificios comerciales subdivididos y edificios que tienen particiones insertadas en ellos.
“No hay luz solar, no hay ventilación adecuada y hay pequeños compartimentos pequeños creados en unos 50 pies cuadrados”, afirma.
No termina ahí. La gente ha comenzado a encontrar alojamientos que son, esencialmente, jaulas.
Miles de personas no tienen más opción que alquilar un espacio de aproximadamente 16 pies cuadrados, construido con materiales que lo convierten, literalmente, en una jaula.
“Una típica casa de jaula tendrá tres niveles de literas. Y luego, para darle seguridad y privacidad, en realidad hay una malla corrugada que rodea su área. Un poco como una cárcel“, explica Law.
“Es una forma de vida absolutamente terrible”, considera.
Y la gente tiene que pagar para vivir así.
Un piso subdividido de entre 5 y 10 metros cuadrados de tamaño cuesta entre US$418 y US$837.
Mientras tanto, una vivienda de jaula no es mucho más barata: alrededor de US$420 por mes, según Law.
El arquitecto diseñó entonces a una posible solución.
Alternativas
La gran interrogante de esta situación es cómo encontrar formas de utilizar el espacio disponible… cuando no hay espacio disponible.
Una idea en la que está trabajando Law es el llamado OPod: microcasas construidas usando tuberías de agua de hormigón gigantes que luego pueden apilarse una encima de la otra y colocarse en el espacio urbano no utilizado.
Es una manera rápida de construir una torre de apartamentos.
“Se usan normalmente bajo tierra como drenaje de aguas pluviales. Y los compramos a muy bajo costo a los contratistas porque en realidad tienen exceso de ellos y producción de repuesto cada año”, señala.
“Luego inyectamos un poco más de capital y podemos equiparlo con muebles, con un baño, una ducha, una pequeña cocina, un sofá cama …inmediatamente tienes un hogar“, señala.
Los OPod tienen un estilo moderno e industrial que está diseñado para ser personalizado por sus futuros habitantes.
Law admite que esta no es realmente una solución a largo plazo para la crisis de vivienda de Hong Kong.
Pero esa nunca fue su intención.
“En ningún momento pensé que este OPod fuera una solución total al problema, porque hay muchos otros que están vinculados a esta situación. Una arquitectura singular no podría resolver todo de una vez”, considera.
Hubo otra razón para la creación de estas estructuras: la concepción errónea del espacio en Hong Kong.
Concepción errónea
Law sostiene que si bien a menudo se culpa a la falta de espacio de que los precios de las propiedades estén por las nubes, esto es solo una parte del gran problema.
“Hong Kong es una ciudad muy densamente poblada. Sin embargo, la afirmación de que no tenemos suficiente tierra no es totalmente cierta“, opina.
“No tenemos grandes extensiones de tierra para construir urbanizaciones gigantes. Necesitamos reclamar eso del mar. Pero si miramos realmente a nuestra ciudad tal como es hoy, realmente verá muchas tierras sobrantes: en la parte superior de los edificios, entre construcciones que a menudo quedan vacíos durante años y años”, añade.
Law quiere que los planificadores urbanos piensen cómo desarrollar la ciudad y cómo viviendas, como el OPod, podrían edificarse en espacios sobrantes.
Y como el costo de la vida aumenta en Hong Kong, pero no va acompañado de un aumento en los salarios, se debe hacer más para proporcionar soluciones.
Hasta entonces, todavía habrá quienes tendrán que subir a una jaula por la noche.
Puedes leer la nota original en inglés aquí
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