Cuando llega el segundo hijo
Consejos para ayudar al primer hijo a compartir el amor de papá y mamá
La llegada de un segundo hijo es motivo de felicidad para los padres, pero no siempre para los primogénitos que sienten que un bebé va a venir a su hogar a invadir su reino, su espacio y fuera de eso, a robarle el amor de papá y mamá.
“Los celos de los ‘big brothers’ o ‘big sisters’ son normales y transitorios. Y corresponde a los padres usar todas las técnicas que ayudan a que el menor se adapte lo más pronto posible al cambio y empiece a desarrollar la relación de ‘hermano(a) a hermano(a)’ con el nuevo integrante de la familia”, dice la Dra. Rebecca Peterson, especializada en psicología y basada en Sherman Oaks, California.
Y para guiar a los padres en esta tarea, la psicoterapeuta de familias, adultos y niños ofrece a continuación algunos de las tácticas que se deben seguir para facilitar la transición.
1. Una comunicación clara
Aunque el hijo (a) mayor sea todavía un toddler (de 12 meses a 3 años) se le debe comunicar que mamá tiene en su barriguita a su hermanito(a) que va a ir creciendo hasta querer salir de allí por la emoción de querer conocerlo(a) para jugar y ser siempre los mejores amigos(as).
“Es importante que durante el proceso de la gestación se le comparta al niño o niña las ecografías que mamá va teniendo y cuando el bebé se esté moviendo poner su mano sobre la barriguita para que se vaya habituando y aceptando a la existencia de ese nuevo ser que será su hermanito o hermanita”, explica la psicóloga.
2. ‘Nunca te vamos a dejar de amar’
Aunque el menor no se muestre ansioso ante la idea de que el nuevo integrante de la familia va a venir a quitar el amor de sus padres, abuelos y tíos, la Dra. Peterson dice que es importante dejarle saber —a cada rato— que “tu hermanito o hermanita nunca te quitará el amor de papá, mamá, porque tienen un corazón lo suficientemente grande para amar a ambos”.
3. Clases de ‘big brother’ o ‘big sister’
Muchas clínicas y hospitales tienen en la actualidad una clase de ‘big brother’ o ‘big sister’(que se imparte a pocos días antes de que nazca el bebé”, en la que se le enseña al menor cómo ayudar a mamá y papá a cuidar al hermanito(a), cómo acariciarlo(a) y cargarlo(a).
“Este tipo de clases son muy motivadores para los hermanos mayores, porque los hace sentir importantes y felices de estar también preparados para estar pendientes del cuidado del pequeño hermanito(a)”, apunta la experta.
4. ‘Tú también fuiste bebé’
Si al llegar el bebé a la casa, el toddler se muestra celoso(a) porque mamá pasa todo el tiempo lactando, cambiando, vistiendo y bañando al bebé, la Dra. Peterson aconseja revertir este sentimiento (que lo puede tornar agresivo(a) o llevarlo a experimentar una regresión en la madurez de su desarrollo con acciones que van desde volver a mojar la cama hasta quieren usar de nuevo el biberón) mostrándole las fotos de cuando él/ella era bebé y hacia las mismas cosas que su hermanito o hermanita.
5. Resaltar las ventajas de ser el hermano(a) mayor
Otra táctica que ayuda en el ajuste y fortificación de la seguridad del toddler es hablarle sobre las fabulosas ventajas que tienen los hermanos(as) mayor. Entre ellas, el poder ayudar en el cuidado de un bebé y enseñarle todas las cosas que él/ella ya sabe por ser un niño ya grande.
6. Organizarse bien para no interrumpir las actividades del hermano(a) mayor
Para prevenir que el hermano(a) mayor es sienta desplazado(a) o resentido(a) con la presencia del bebé, la Dra. Peterson resalta que es vital que los padres hablen previamente sobre cómo se van a organizar para seguir llevando al menor al parque, sus eventos sociales y clases lúdicas.
“Aunque la llegada de un bebé genera un gran cambio en la dinámica familiar, es importante tratar de mantener la rutina y las actividades del hermano(a) mayor lo más estable posible para evitar que éste(a) vea al bebé como un estorbo en su vida”, explica la psicóloga.
De no contar con el apoyo de otros familiares que puedan ayudar a mantener —lo más que se pueda— la rutina del hermano mayor, se le debe explicar que cuando el bebé está durmiendo van a tener que atrasar las salidas al parque; pero, mientras esperan, él/ella va tener un tiempo muy especial para ver la televisión, pintar, leer, armar rompecabezas, hornear galletas con mamá, etc.
En este punto, también es importante no regañarlo(a) en el caso que el bebé se despierte por el ruido que él/ella haya hecho al jugar. Tampoco hay que ignorarlo cuando pida la atención de papá o mamá mientras se encuentran ocupados con el bebé.
“En vez de decirle, ‘ahora no me molestes porque estoy ocupado(a) con el bebé’, hay que mirarlo directamente a la cara, con amor y decir: ‘en cinco minutos te atiendo a penas termine con tu hermanito(a)”.
7. Adular y premiar
Cada vez que el menor se muestre cooperativo, diligente, comprensivo y cariñoso con el bebé es vital adularlo(a) para motivarlo(a) a seguir comportándose como todo el hermano(a) mayor que es.
“A los niños les encanta que los aplaudan, premien y les digan palabras bonitas cuando hacen algo bien”, resalta la Dra. Peterson. “Entonces es bueno utilizar esta táctica para hacer del ajuste un periodo de premios y palabras motivadoras para el hermano(a) mayor”.