La Víbora: ¿El Chicharito casado? ¿Cuánto le durará el gusto?
A nuestra serpiente comentarista del entretenimiento no se le escapa nada ni nadie
No les miento, cada vez que cierro y que abro una revista de farándula, el Chicharito aparece con novia nueva. Pero lo chistoso es que todas son idénticas, clon una de la otra. Ya saben, altas, trigueñas, de cabello lacio, y eso sí, todas a cual más de “enamoradas” de sus millones… ¡perdón! quise decir de sus ojos del tapatío.
Pero ahora sí parece que ya llegó la definitiva, hay que ver por cuanto tiempo. Por lo menos, la conquista más reciente logró lo que las otras 40 mil exnovias no pudieron: embarazarse y casarse con el Chícharo. Él mismo confirmó en sus redes sociales cuando se comenzó a especular sobre el tema. La pareja parece haberse casado en secreto en San Diego hace unos días.
Pero eso no es lo que más me tiene impresionada. Me tienen con el Jesús en la boca las fotos de Sarah Kohan, la chica en cuestión, que para los que no sepan es modelo e “influencer” –ya saben, es la “profesión” de moda de los que no quieren ir a la universidad– australiana. Tiene unos siete meses de embarazo y no hace más que postear en sus redes sociales imágenes de su cuerpo desnudo con la panza en primer plano. Lo que me preocupa de esta situación es la familia del Chícharo. Ustedes saben, un chico de Guadalajara, de una familia tan recatada y conservadora.
Ya lo han visto persignarse cada vez que está en un partido de fútbol. ¿Qué va a pensar la tan religiosa gente “bien” tapatía de todo esto? Digo, porque cuando Chícharo salió de esa ciudad era un muchachito tan bueno, tan bien portadito, tan inocente. Con decirles que tenía a su noviecita santa que cuando iba a verlo a Inglaterra llevaba a su mamá –o sea, suegra del Chícharo– para que la visita no se prestara a malas interpretaciones. Ya saben, nada de nada con mi novio hasta que nos casemos.
Estoy segura que Chícharo le juró amor eterno a su noviecita santa, pero aparecieron las españolas, las australianas… Y pues esas no se andan con rodeos ni con que “antes de cualquier cosa dame anillo de compromiso y llévame al altar”. No. Esas chicas prefieren darle vuelo a la hilacha y después ya veremos.
Me pregunto qué pensará la mamá del Chícharo, sus tías, sus amigos tapatíos, porque no creo que vean con buenos ojos que el atleta no se haya casado por la iglesia y que lo haya hecho a escondidas. ¡Y peor tantito, con la novia embarazada! Ustedes pensarán, “bueno, ahora con hijo va a sentar cabeza”. Yo no creo que eso le quite lo picaflor. Ya lo veremos, pero como dicen por ahí, eso no es gripa.