Comediante Jon Stewart lloró en Washington DC al pedir fondos para víctimas del terrorismo 9/11
Criticó la ausencia de los legisladores en el debate y el retraso en atender el problema
Justo unas horas después de que en Nueva York las autoridades forenses confirmaron haber identificado el ADN de la víctima número 1,643; en Washington DC el comediante Jon Stewart regañó al Congreso por no asegurar el dinero para un fondo de compensación a las víctimas establecido después de los ataques del 9/11.
Stewart, fiel defensor de los servicios de respuesta tras los ataques terroristas, ayer lloró y reclamó airadamente a los legisladores de ambos partidos por no asistir a una audiencia sobre una factura para garantizar que el fondo pueda pagar beneficios durante los próximos 70 años.
El comediante neoyorquino señaló las filas de asientos vacíos en la sala de audiencias del Comité Judicial de la Cámara, y denunció que los primeros socorristas “enfermos y moribundos” y sus familias habían viajado a Washington sólo para enfrentarse a un estrado casi desierto.
La escasa asistencia de los legisladores fue “una vergüenza para el país y una mancha en esta institución”, dijo el presentador de “The Daily Show”, y agregó que la “falta de respeto” mostrada a los primeros socorristas que ahora padecen enfermedades respiratorias y otros males “es absolutamente inaceptable”
Legisladores de ambas partidos dijeron que apoyan el proyecto de ley y que estaban monitoreando la audiencia en medio de otros asuntos del Congreso.
El representante Mike Johnson (R-Louisiana) pronosticó que el proyecto de ley se aprobará con un apoyo abrumador y dijo que los legisladores no querían faltar el respeto al entrar y salir de la audiencia del subcomité, algo que ocurre comúnmente en el Capitolio.
Pero Stewart no estaba convencido con esa explicación, señalando a las filas de bomberos uniformados y oficiales de policía detrás de él, destacó Pix11.
Además, dijo Stewart, las familias quieren saber: “¿Por qué esto es tan difícil y demora tanto?”
El colapso del World Trade Center en septiembre de 2001 envió una nube de polvo espeso sobre el Bajo Manhattan y hubo incendios durante semanas. Miles de trabajadores de la construcción, oficiales de policía, bomberos y otros pasaron tiempo trabajando en el hollín, a menudo sin la protección respiratoria adecuada.
En los años posteriores, muchos han visto que su salud ha disminuido, algunos con enfermedades respiratorias o del sistema digestivo que aparecieron casi de inmediato; otros con males que se desarrollaron a medida que envejecían, incluido el cáncer.
Más de 40 mil personas se han inscrito en el Fondo de Compensación para Víctimas del 11 de septiembre, que cubre enfermedades potencialmente relacionadas con haber estado en el sitio del World Trade Center, el Pentágono o Shanksville (Pensilvania), después de los ataques. Se han otorgado más de $5 mil millones de dólares en beneficios del fondo de $7,4 mil millones, con aproximadamente 21 mil reclamos pendientes.
Casi 3 mil personas murieron en los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, Washington y Pensilvania, en el peor ataque terrorista en la historia de Estados Unidos.
Sólo 60% de las víctimas de ese día han sido identificadas. Y muchas más han fallecido o reportado enfermedades en años posteriores, a consecuencia de los hechos.
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