Puerto Rico no es corrupto
Ricardo Rosselló, cada minuto que sigas como gobernador le traes deshonra a nuestra gente
Puerto Rico no es corrupto, pero sigue votando por políticos lo son. Si vamos a sobrevivir este círculo interminable, tenemos que ser más sabios en las urnas. Escribo desde la Diáspora donde no dejamos de soñar en nuestra isla y de apoyarla. Escribo con fe y seguridad de que Puerto Rico tiene un futuro digno, porque en su mayoría los Boricuas somos gente buena, trabajadora que aman a su isla.
Nuestra Diáspora tiene grandes líderes. Mujeres y hombres que dedican sus vidas a engrandecer a Puerto Rico y su gente. Líderes que han combatido los estereotipos e imágenes negativas que nos persiguen. Profesionales y trabajadores dedicados. Algunos son políticos, otros educadores, científicos, médicos o empresarios. Muchas son mujeres como mi amiga Melissa Mark Viverito, cuya trayectoria en la ciudad de Nueva York culminó con su ascendencia a la presidencia del consejo municipal, segunda en rango solo al alcalde. Melissa es la primer y única persona latina/boricua en lograr un puesto tan alto en la Gran Manzana.
La trayectoria de Melissa va mucho más allá de la política. En su juventud trabajó con jóvenes en Aspira, surgió como una de las voces más importantes de la Diáspora, destacándose en la coordinación de cabildeos y movimientos de base que luchaban por el cese de los bombardeos en Vieques y trabajó con el movimiento laboral. En el presente Melissa, a través de proyectos como Power 4 Puerto Rico y Latino Victory, ha liderado campañas exitosas para lograr que el Congreso y la Casa Blanca otorguen mayores recursos a Puerto Rico tras el huracán María.
El trabajo de Melissa ha logrado que miles de millones adicionales en recursos Federales sean asignados a Puerto Rico. Irónicamente, fondos que a Rosselló y sus secretarios les tocaría (mal) administrar. Pero para el gobernador parece que su ideología es primordial al trabajo por levantar a la isla. Atacar a los que difieren de su inalcanzable utopía estadista, viene primero que ayudar la gente que continúa afectada dos años después de María.
Entonces, ¿quien es quien? A un lado el privilegiado hijo de un exgobernador, rodeado de gente obsesionada por las riquezas, el poder y su ideología hueca. Al otro, una líder legítima, ex funcionaria de la ciudad de Nueva York con un record intachable, defensora de los derechos de la mujer, de las familias trabajadoras y los inmigrantes. Melissa es una de las figuras más consistentes y respetadas de la Diáspora puertorriqueña.
Aplaudo a Melissa y todas las mujeres y niñas que vienen siguiendo sus pasos. Se llamen Zuli, Ana, Sofía, Mariana, Lilah, Lolita, Loretta o Fabiola. Se llamen Isabella, María, Samantha, Mireia, Claudia, Katia, Andrea, Michelle o Vivian… Estas y todas nuestras hijas son el futuro de Puerto Rico y de nuestra Diáspora. Pero también nuestros varones son el futuro. A estos hay que enseñarles que nunca es aceptable denigrar a nuestras hijas, hermanas y vecinas.
Ricardo Rosselló, qué vergüenza. No alargues lo inevitable. Cada minuto que sigas como gobernador le traes deshonra a nuestra gente.