Boy Scouts of America y Pier 1, historias de dos bancarrotas
Los costos legales de las querellas interpuestas por familias cuyos niños fueron abusados sexualmente en los Boys Scouts han forzado la decisión financiera de solicitar la bancarrota por parte de esta organización.
No fue la única entidad en solicitar esta protección ante acreedores esta semana. Pier1, el comercio dedicado a la decoración, también solicitó el martes la bancarrota apenas semanas después de anunciar el cierre de cientos de sus tiendas en EEUU y la totalidad de ellas en Canadá.
Según la notificación a la prensa de los Boy Scouts of America (BSA), la organización tiene la intención de seguir con sus operaciones durante muchos más años mientras crea un fondo equitativo para la compensación a las víctimas. Las actividades comprometidas con los miembros de los scouts, las familias, los voluntarios, los empleados, jubilados, donantes y red de alumnos se mantendrán siempre y cuando lo permita la ley. Además esta organización sin ánimo de lucro dice que mantendrá los pagos por bienes adquiridos y servicios prestados.
Unas 300 personas en 30 estados tienen abiertas actuaciones contra esta organización por abusos sexuales.
En el caso de Pier1, los problemas de esta cadena son similares a los de otros comercios, la competencia del comercio en la red, sobre todo en materia de decoración y hogar está poniendo en serias dificultades a muchas tiendas que se ven abocadas a la reducción de su red comercial cuando no su desaparición. En el caso de Pier 1, los cierres han sido continuados en los últimos años.