Cuando el coronavirus convierte a inmigrantes en indocumentados
Más de un millón de inmigrantes en EEUU cuenta con visa de estudiante, muchos de ellos en riesgo
Judy Chirino es una mexicana que lleva dos semanas en cuarentena por el coronavirus, encerrada en el apartamento de la Universidad de Maryland (UMD) donde vive y estudia en un programa de maestría como cantante de ópera.
Es una de las millones de personas que en Estados Unidos han sido obligadas a permanecer en sus casas para tratar de frenar la propagación del mortal virus.
Tiene 28 años de edad y una voz privilegiada que la ha convertido en una destacada exponente del género de música teatral y que ha participado en el “Festival de ópera en la calle” que se realiza en su ciudad natal de Tijuana.
Hace cinco años la joven soprano obtuvo una visa de estudiante al recibir una beca para asistir a la Escuela de Música de la UMD.
Sin embargo, Judy muy pronto podría convertirse en una indocumentada más de Estados Unidos debido al coronavirus.
Y es que la visa con la que ingresó al país vence el 22 de mayo, un día después de su graduación, la cual no podrá llevarse a cabo porque esta semana el rector de la UMD les informó que las clases quedarán suspendidas hasta el próximo semestre.
“La escuela se cancela por el resto del semestre, la graduación también se cancela, eso me llena de angustia, porque no sé qué va a pasar y mi visa está por vencer”, comentó Judy.
Actualmente en Estados Unidos hay cerca de 1.2 millones de inmigrantes con visa tipo F o M, la cual se otorga para estudiantes de colegio, universitarios o en programas de entrenamiento vocacional.
Gracias a la visa de estudiante que le permite trabajar legalmente en el Estados Unidos, Judy tenía un empleo, pero al igual que en casi todo el país, el coronavirus ha paralizado la actividad comercial en Maryland, donde hasta este martes se habían confirmado 350 contagios y 4 muertos.
“Estoy muy angustiada”, dijo la joven en cuarentena que al igual que otros de sus compañeros de escuela originarios de China, Corea, Japón, Rusia, Brasil, República Checa, Puerto Rico y Cuba, entre otros, quienes estarían en la misma situación migratoria y pronto se convertirían en indocumentados.
Judy tenía planeado viajar a Tijuana estos días, pero la pandemia se interpuso y ante el temor de que no le permitan ingresar de nuevo a Estados Unidos, decidió quedarse.
Durante la cuarentena en la que permanece al lado de su gata “Greta”, Judy se ha dedicado a vocalizar, a memorizar nuevo repertorio y de vez en cuando sale a ver el sol, a caminar un poco dentro del mismo edificio habitacional de la UMD y a despejar un poco su mente de todas las preocupaciones.
“No sé si se va a resolver mi situación migratoria”, dijo Judy. “Espero que no se cancele mi visa, quiero arreglar mi situación en este país, tengo miedo de que no me dejen regresar otra vez, porque mi futuro está aquí”.
Con información de Yolanda Morales/Cobertura 360