Viajaron de California a Tijuana. Allí los secuestraron, pidieron un rescate y terminaron matándolos
Al menos tres californianos han sido víctimas de una cédula criminal binacional durante su estadía en la ciudad mexicana. Solo uno sobrevivió
Tres turistas californianos fueron víctimas de un secuestro en la fronteriza ciudad de Tijuana, en el lado mexicano de la frontera. Un operativo de autoridades de ambos países capturó a 11 presuntos integrantes de una banda que mató a dos de ellas, pesé a que sus familias pagaron hasta $25,000 dólares por sus rescates.
La cédula criminal buscaba a hombres de California, los retenía y torturaba en un motel de la ciudad mexicana y exigía miles de dólares por su rescate. El pago se efectuaba, según dijo la fiscalía federal y recoge Univision, en el lado estadounidense de la frontera. Los tres secuestros recogidos tuvieron lugar entre el 28 de marzo y el 22 de abril, cuando ambos países ya estaban en emergencia por coronavirus.
El cadáver del primer asesinado, Salvador Acosta Medina, de San Diego, apareció el 29 de marzo. Un día antes, su hijo había tratado de liberarlo siguiendo las instrucciones de los secuestradores. Pero la bolsa con $25,000 dólares en efectivo que dejó en el baño de mujeres de un McDonald de San Ysidro, California, no le devolvió a su padre. La esposa de Acosta rastreo su teléfono y halló que el ahora difunto había estado en el motel Aqua, en el este de Tijuana.
Edgar Esteban Guzmán, residente de Norwalk, una ciudad al sureste del condado de Los Ángeles, corrió una suerte parecida. El 12 de abril llamó a su mamá desde Tijuana para decirle que “estaba en problemas” y que necesitaba que se pusiera en contacto con su jefe para que le pagara el rescate de $25,000 dólares. A través de Messenger, dice la acusación federal, le enviaron a la mujer una foto de Guzmán “con la cara muy golpeada”.
En este caso, tampoco sirvieron los $1,000 dólares que la familia reunió y que pretendía entregar como rescate junto al auto del secuestrado. Ya habían acordado que lo recogería una mujer embarazada, identificada como Leslie Briana Matla, pero la transacción no se llegó a producir y la Unidad Antisecuestros de Baja California encontró el cadáver del hombre el 14 de abril. Guzmán también había estado en el motel Aqua.
El único sobreviviente de los tres secuestros ha sido identificado con las iniciales J.N. Su esposa, residente en Pasadena (Los Ángeles) denunció el 22 de abril que había recibido una llamada que le advertía que su marido estaba cautivo. La mujer dijo al 911 que le habían pedido $20,000 dólares para pagar una “multa” que le habrían puesto a su marido por supuestamente manejar borracho y atropellar a cuatro miembros de una familia. Ella también recibió imágenes de la víctima golpeada.
La esposa de J.N. ya había negociado con los secuestradores entregar dinero a una mujer embarazada que la esperaría en un supermercado de la ciudad de Lynwood. Pero los registros de las llamadas llevaron a las autoridades hacia el citado motel tijuanense vinculado a los tres casos. Allí, además de a J.N., encontraron a otras dos víctimas, que pusieron en libertad, y nueve sospechosos, que arrestaron.
Leslie Briana Matla, la embarazada estadounidense de 20 años fue arrestada el pasado jueves en San Diego, California. El pasado domingo, las autoridades estadounidenses también detuvieron al novio de Matla, Juan Carlos Montoya Sánchez, de 25 años y originario de Tijuana. Ambos, ya acusados por lavado de dinero, se enfrentan a la cadena perpetua si los declaran culpables.