La primera cooperativa de vivienda de Pilsen convierte a inquilinos de toda la vida en propietarios
La intención de PIHCO es conseguir la tierra “para que no nos muevan”, dijo el muralista Héctor Duarte, uno de sus fundadores
Una cooperativa de vivienda única en su tipo en el barrio de Pilsen está logrando que el sueño de tener casa propia se convierta en realidad para algunas familias que han vivido por varios años en ese vecindario del oeste de Chicago.
La ciudad tiene un déficit de alrededor de 120,000 unidades de viviendas asequibles, según cifras del Departamento de Vivienda de Chicago.
Y esa escasez de vivienda se evidencia aún más en barrios como Pilsen, en el que muchos residentes han enfrentado el desplazamiento urbano.
Más de 10,300 residentes latinos abandonaron Pilsen entre 2000 y 2010, según un estudio de la Universidad de Illinois en Chicago (UIC) de 2016.
La intención de la cooperativa Pilsen (PIHCO) es conseguir la tierra “para que no nos muevan”, dijo el muralista michoacano Héctor Duarte, residente de Pilsen y uno de los fundadores de la cooperativa.
PIHCO es una cooperativa de vivienda para artistas y familias que han vivido por muchos años en Pilsen.
Duarte recuerda que un amigo les comentó que la mamá de un amigo vivía en una cooperativa en Logan Square. Él y su esposa Linda Lutton fueron a un ‘Open House’ que esa cooperativa tiene cada año. “Nos gustó la idea y pues ¿por qué no hacer una aquí? Allí empezó la chispa para juntarnos más artistas y otros compañeros y familias. Hasta ahora ya llevamos cinco años desde que empezó esta idea y apenas logramos comprar dos edificios y estamos en tratos para un tercer edificio porque tuvimos que aprender, cómo se da la cooperativa e ir creando los estatutos, todas las normas, cómo podía funcionar y cómo no, tomando ejemplo de otras cooperativas”, comentó Duarte.
Hay muchas cooperativas en Chicago, pero son muy viejas, dijo Duarte, quien visitó varias de ellas para aprender, porque no sabía mucho sobre ellas. “La intención era tratar de defender el barrio contra el desplazamiento”.
Lutton, cofundadora de la cooperativa PIHCO, explica que no se han formado muchas cooperativas en los últimos 30 años porque no hay fondos y no hay bancos que quieran prestar a las cooperativas. “Quieren un individuo responsable y este no es un negocio de una sola persona, de hecho una cooperativa es un negocio que puede sobrevivir aunque salieran todos los miembros actuales que están allí, podrían entrar otros y la cooperativa sigue existiendo… Los bancos quieren un individuo responsable con seguro social y eso es un reto, yo no digo que sea el principal reto, pero es un reto”, destacó.
Lutton, que es periodista, contó a La Raza que sus vecinos se han ido y que la mayor parte de la cuadra donde vive tiene un sólo dueño. “Las rentas han subido de $700 a $2,200. Para mí, en lo personal, perder a nuestros vecinos y ver qué dineral, qué se hizo del edificio y qué poco le tocó al dueño original mexicano de 20 años, se me hizo una injusticia”.
La principal idea con la cooperativa PIHCO no es para rentar u ofrecer renta a bajo costo. El principal objetivo de la cooperativa es comprar. “La renta paga tu departamento”, enfatizó el muralista michoacano.
La Cooperativa de Vivienda PIHCO ha comprado dos edificios de seis unidades cada uno y hay un tercer complejo de apartamentos que está bajo contrato que también albergará a seis familias.
Lutton, quien está ayudando a buscar fondos para un tercer edificio dijo que lo que buscan es expandir el concepto de cooperativa para así propiciar que más familias de Pilsen de toda la vida tengan acceso a vivienda asequible y no sean desplazadas del vecindario.
“Después de 20 años, el edificio de ocho unidades de la cooperativa de Logan Square está hermoso, su yarda está bien cuidada. Pero ahí se quedó nomás en ese edificio, no tienen una visión de servir como una estrategia antidesplazamiento y esto distingue a PIHCO, que fue fundada para crecer y para ser una fuerza antidesplazamiento, sobre todo aquí en Pilsen”, hizo hincapié Lutton en entrevista con La Raza.
El costo total del proyecto del primer edificio en 1910 S. Wolcott fue de alrededor de $737,000. El segundo edificio, en la calle Morgan, totalizó $1 millón. Y se espera que el tercer edificio, ubicado en la avenida Oakley, cueste $1.4 millones, según datos del proyecto.
El dueño del primer edificio financió a los actuales propietarios de las unidades de la cooperativa, mientras que el segundo edificio lo compraron con fondos de los propios socios y recibieron el apoyo de una fundación, señaló Duarte. “Para el segundo edificio sí conseguimos el dinero de bancos y recibimos un fondo de una fundación que nos dio $200,000. Nnosotros no estábamos pidiendo nada, nomás supieron qué estaba pasando y nos dijeron: ‘mira, tenemos esta posibilidad, soliciten’ y solicitamos y nos dieron $200,000 y eso bajó el costo del total de la propiedad para cada quien. Ellos dijeron que tenían preferencia porque ayuden a los artistas, esto es algo que nos cayó como anillo al dedo, decidimos dar a tres familias los apartamentos y a tres artistas”.
‘Es una manera de crear comunidad’
Raquel García, copresidenta de PIHCO, dijo que la cooperativa se inició por la necesidad de viviendas más económicas en la comunidad: “Había mucho interés en personas que tenían muchos años viviendo en Pilsen en poder quedarse y entre más tiempo estaban aquí más le seguían subiendo las rentas”.
Para García, además de luchar contra el desplazamiento, se trata de una manera de crear comunidad y de fortalecer la comunidad ya existente en Pilsen: “no es nada más vamos a comprar edificios para las personas que se quieran quedar en Pilsen, sino que ser parte de la cooperativa también es crear y fortalecer las raíces, sobre todo los artistas y las familias que tienen aquí tiempo y que necesitan ayuda o que no pueden por sí mismos comprar un apartamento”.
“Nosotros no tenemos requisitos de ingreso ni nada de eso, lo que se busca es que puedas pagar tu mensualidad y lo que equivale tu hipoteca”, destacó García a La Raza.
Hay personas procedentes de México, Colombia, Filipinas y un estadounidense, Steve Miller, quien vendió su edificio de la avenida Wolcott a la cooperativa y ahora vive en una de las unidades. Miller es también copresidente de PIHCO.
García destaca que como cooperativa es muy importante educar a la comunidad de Pilsen porque no todo el mundo entiende lo que es una cooperativa y cómo funciona. “Hay muchas personas que piensan que quiere decir que todos vivimos juntos, cuando no es el caso. Cada uno tiene su apartamento, hay personas que piensan que tienen que comer juntos todo el tiempo, obvio no es cierto, sí convivimos cuando queremos, los dos edificios tienen yarda y espacio donde se puede convivir, pero no es un requisito para ser parte de la cooperativa”.
No se requiere seguro social
Según Lutton, para comprar una unidad en los edificios de la cooperativa de Pilsen no se requiere de seguro social, ni se le revisa su puntaje de crédito. “Sí preguntamos cupanto ganan, pero no hay ni mínimo ni máximo. No es necesario presentar papeles de residencia ni nada de eso. La cooperativa abre la oportunidad de ser dueño a mucha más gente que, tal vez, en el sistema tradicional no tiene actualmente acceso, y los costos también ayudan porque es menos”.
“Se paga de acuerdo a los pies cuadrados, depende de la cantidad de espacio que requiere cada familia si dos cuartos, tres cuartos, ahí depende el costo”, detalló Duarte.
Esta cooperativa de vivienda ha comprado edificios y con ello ha abierto la posibilidad de que más gente se quede en Pilsen. Y, a la vez, está promoviendo que se establezcan más cooperativas en otros barrios de Chicago.
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