Migrantes solicitantes de asilo luchan contra el rudo invierno de Chicago
La ciudad no ha abierto nuevos refugios desde finales de diciembre ante la falta de más ayuda federal y estatal. También suspendió la política de desalojo de refugios por 60 días hasta el 1 de febrero
Los migrantes solicitantes de asilo preocupados por el límite de estadía en los refugios temporales pueden estar tranquilos por ahora, ya que tienen más tiempo para permanecer en el sitio donde se albergan, debido al invierno gélido de Chicago.
La ciudad implementó previamente un límite de 60 días para los migrantes que se hospedan en los albergues que el municipio opera. Pero el alcalde de Chicago, Brandon Johnson, dijo a la prensa que los miles que actualmente residen en los refugios no tendrán que irse hasta febrero.
En paralelo, la ciudad no ha abierto nuevos refugios desde finales de diciembre ante la falta de más ayuda federal y estatal.
“Para ser claros, no vamos a echar a los recién llegados al frío este invierno”, dijo el alcalde Johnson en una conferencia de prensa que se realizó en días recientes en la sede de comunicaciones de emergencia de la ciudad.
El gobernador de Illinois, JB Pritzker, envió una carta al gobernador de Texas, Greg Abbott, pidiéndole que pospusiera el envío de más solicitantes de asilo a Chicago, al menos por ahora, pero sin éxito.
Desde agosto de 2022 hasta el momento han llegado a Chicago 34,000 solicitantes de asilo. Mientras, 28 refugios que albergan a 14,600 migrantes son operados por la ciudad.
Este año, Chicago presupuestó 150 millones de dólares para atender a los solicitantes de asilo y Johnson dijo que su administración “trabajará arduamente para mantenerse dentro de los límites de ese presupuesto”.
El desalojo de inmigrantes de los refugios se retrasó dos veces, primero del 16 al 21 de enero y ahora la última fecha límite es el 1 de febrero, por el clima extremo que vive Chicago, según funcionarios de la ciudad.
Johnson introdujo el límite de 60 días en noviembre, con la esperanza de acelerar los esfuerzos de reasentamiento a vivienda permanente a medida que miles de solicitantes de asilo que llegan a Chicago superan las camas de refugio disponibles.
Según un informe de la ciudad, se han entregado a inmigrantes más de 8,000 notificaciones de desalojo, con distintos plazos.
Ayudan a migrantes a establecerse en la ciudad
Hay varias organizaciones locales que vienen ayudando a los inmigrantes recién llegados, una de ellas es en la que trabaja Yulyé Hidalgo, gerente de Desarrollo y Comunicaciones del Instituto del Progreso Latino. Ella dijo que actualmente están a cargo de dos refugios que albergan a un total de 2,500 inmigrantes recién llegados.
Voluntarios y organizadores de esa agencia sin fines de lucro estuvieron recolectando ropa de invierno, prendas ya han sido entregadas a los solicitantes de asilo.
“Nosotros les damos lo que nos donan. Nosotros seguimos tratando de comunicarnos con varias organizaciones, iglesias y la comunidad que siempre ha estado en contacto con nosotros para ver qué es lo que se necesita”, explicó Hidalgo.
El Instituto del Progreso Latino ayuda a los migrantes en lo que respecta al trámite para solicitar el permiso de trabajo y los asesora y conecta con Caridades Católicas para que puedan también encontrar vivienda.
“Tenemos un departamento legal donde ayudamos a las personas a que empiecen su camino para obtener los permisos de trabajo y también para obtener el TPS, y los asesoramos para que puedan obtener vivienda e independizarse”, señaló Hidalgo a La Raza.
Para Hidalgo, la situación en cuanto al tiempo gélido que se experimenta en Chicago “no está como para dejar a nadie en la calle”. Hidalgo cree que esa es la razón primordial por la que la ciudad ha alargado los días, en lo que respecta al tiempo en que los migrantes permanezcan en los refugios temporales. “No creo que en invierno vayamos a poder desamparar a las personas que ya se les expiró su tiempo”, dijo.
El Instituto del Progreso Latino cuenta con un equipo que dedica tres días a la semana a visitar a cada familia del refugio, “para poder asesorar el caso de cada persona, guiarlos para que puedan vivir y seguir adelante en Chicago”, puntualizó Hidalgo.
—La cobertura editorial de La Raza es posible en parte gracias al apoyo del Chicago Community Trust.