Católicos de Chicago honran la memoria del cardenal Francis George
Al dar el último adiós al cardenal Francis George, religiosos y feligreses lo recuerdan con regocijo y admiración dicen que fue ejemplo de valentía, entrega y de profunda espiritualidad
Las puertas de la Catedral del Santo Nombre estuvieron abiertas desde el martes y hasta el jueves para que feligreses de todos los rincones de Chicago y suburbios pudieran participar de los servicios fúnebres en memoria del cardenal Francis George, arzobispo emérito de Chicago, quien falleció tras una larga batalla contra el cáncer el pasado 17 de abril.
La Catedral lucía imponente y el cántico de los salmos dirigido por un coro con espléndidas voces daba realce a la vigilia de oración en memoria del cardenal George.
Durante la homilía, el arzobispo de Chicago Blase Cupich mencionó que el cardenal George entregó su vida al servicio de la iglesia. Cupich también dijo que durante los últimos meses de vida del cardenal George y en sus primeros meses como arzobispo, él “[cardenal George] fue infalible apoyo para mí”.
Tras finalizar la vigilia de oración, el padre Thomas Boharic, uno de los sacerdotes de la iglesia Santa Inés de Bohemia del barrio de La Villita, compartió su sentir sobre la partida del cardenal George. “Siempre fue un pastor, con una profunda espiritualidad, cada vez que tenía que tomar una decisión el cardenal Francis George rezaba mucho, consultaba con la gente, cuando hablaba con él no lo sentía como un jefe, más bien sentía que estaba hablando con un padre espiritual”.
Conocido también por los feligreses como el padre ‘Manny’, el padre Manuel Dorantes, elegido por El Vaticano como portavoz de la Santa Sede para los medios de comunicación en español, estuvo también entre los asistentes a la vigilia y ceremonia litúrgica de cuerpo presente del cardenal fallecido.
“El cardenal George ha sido mi mentor y padre espiritual. Cuando comencé [a estudiar] en el seminario en Saint Joseph lo conocí, apenas tenía 16 años, él fue quien me ordenó como sacerdote. Me tocó concelebrar con él su última misa”.
El sacerdote Dorantes recuerda que en el último sermón del cardenal George sus palabras fueron: “Cuando la gente me pregunta cuál será mi legado, le digo, mi legado son ustedes”.
Y es que para Dorantes en la vida de un sacerdote el legado es la gente. “La que Dios nos confía y en este caso, Dios le confió la Arquidiócesis por 17 años y se entregó completamente como pastor de todos nosotros”, señaló Dorantes quien fue pastor asistente en la parroquia San Clemente en Chicago.
Otros de los aspectos que destacó Dorantes fue el interés del cardenal George por la comunidad hispana. “Era siempre una preocupación para él, que el católico hispano no perdiera su tradición, no perdiera su identidad”.
En lo personal como hispano, como sacerdote de esta Diócesis, el padre ‘Manny’ dijo que se sintió muy beneficiado por la relación con él. “El cardenal George fue quien me permitió ir a Roma y trabajar para el papa Francisco, pero eso no ha sido todo, junto a otros compañeros hispanos nos envió a hacer estudios superiores porque él creía que un clero hispano preparado iba a tener más oportunidades de ser líderes dentro de la Arquidiócesis”.
Convencido de su fe
El obispo Alberto Rojas dijo que lo que ha reforzado su fe ha sido el ver el testimonio del cardenal Francis George. “Era una persona que estaba tan convencida de su fe y la vivía, no era solo una cosa que él dijera, veías todos los días vivir su fe de una forma tan convencida y tan fuerte que te enseñaba nada más con verlo, casi como el papa Francisco, muchas veces lo que hace habla más fuerte que lo que dice”.
Rojas dijo a La Raza que el cardenal George estaba escribiendo un libro. “Posiblemente va a salir en estos días, el libro va a resumir muchas cosas de él, del legado que nos deja, también es un libro de evangelización”.
Hacen fila de noche
Al promediar las nueve de la noche del martes, feligreses de Chicago y suburbios empezaban a llegar a la Catedral del Santo Nombre, decían que querían “despedirse”, “dar el último adiós” a quien fue su guía espiritual por más de una década.
La fila en la noche se hacía más larga conforme pasaban los minutos, algunos salieron del trabajo, otros aprovecharon su tiempo de descanso para llegar hasta la Catedral, como Carlos Pineda.
“En mis quince minutos de descanso aproveché para venir a la catedral a despedirme del cardenal Francis, me gustaban sus mensajes de paz, su humildad, es una lamentable pérdida”, mencionó Pineda, quien trabaja en un hotel en el centro de Chicago.
Los esposos Jesús y Elizabeth Rodríguez y su hijo Andrés, de 9 años, contaron que atesoran gratas memorias del cardenal Francis.
Elizabeth se siente privilegiada de haber conocido de cerca al cardenal Francis porque su hijo mayor Juan Pablo, de 16 años, que es monaguillo, tuvo la oportunidad de asistir al cardenal en un servicio religioso, en Glenview, Illinois, lugar también donde ellos residen.
La madre Ana María Juárez, de la congregación Oblatas de Jesús Sacerdote estaba junto a la familia Rodríguez contemplando de lejos a quien dice fue su líder espiritual y al que recordará por ser una persona llena de caridad: “El cardenal Francis fue una persona que amó su Diócesis, quiso el bien para todos, un cardenal según el corazón de Dios. Lo recordaré por ser un cardenal que le tocó participar en el último cónclave”.
Después de una jornada de servicios, visitas públicas, vigilias, misas, que se llevaron a cabo el martes 21 y el miércoles 22 de abril, el jueves 23 de abril habrá un servicio de oración, seguido de una misa fúnebre, para finalmente culminar con el servicio de sepelio del cardenal George en All Saints Cementery, en Des Plaines, Illinois.
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Luchó hasta el final
El cardenal Francis George murió el 17 de abril a las 10:45 de la mañana en la Residencia episcopal, tras perder la batalla contra el cáncer a la edad de 78 años.
Fue diagnosticado con cáncer de vejiga en 2006 y en 2012 volvió a luchar contra la enfermedad cuando el cáncer se alojó en su riñón e hígado. George, primer nativo de Chicago en dirigir la Arquidiócesis de la ciudad, se encontraba bajo tratamiento experimental para tratar el cáncer de riñón en la Universidad de Chicago.
Después de 17 años como arzobispo de Chicago, el cardenal George dejó la batuta de la Arquidiócesis de Chicago a Blase Cupich, quien fue consagrado arzobispo durante una misa especial el 18 de noviembre de 2014.
Habla Blase Cupich
El arzobispo de Chicago Blase Cupich mediante una declaración destacó las cualidades que distinguieron al cardenal Francis George. “’Él fue un hombre de una gran valentía que superó muchos obstáculos para llegar a ser sacerdote. Cuando se unió al sacerdocio no buscó una posición cómoda, en lugar de esto se enroló en una orden misionera de Los Oblatos de María Inmaculada y sirvió al pueblo de Dios en circunstancias difíciles en África, Asia y alrededor del mundo”.
Arquidiócesis de Chicago en cifras
La Arquidiócesis de Chicago sirve a más de 2.2 millones de católicos y 44 % de la feligresía es hispana.