El brinco del Chinelo está presente en las celebraciones mexicanas en Chicago
Es símbolo de identidad morelense que ha traspasado fronteras y busca unir a la familia y preservar la tradición mexicana para las futuras generaciones
El colorido de los trajes y la alegría que traen los Chinelos con sus brincos hacen que se viva un ambiente de fiesta en cada una de sus presentaciones. En este lado de la frontera es casi infaltable su presencia en manifestaciones, festividades como el Cinco de Mayo, el Grito de Independencia o el desfile de Fiestas Patrias mexicanas, además de bodas, quinceañeras, bautizos y jaripeos, por mencionar algunas celebraciones.
José Porcayo es uno de los Chinelos que brinca en la ‘Comparsa La Explosiva y sus Chinelos Mágicos’ de Archer Heights, en Chicago, fundada como organización sin fines de lucro el 2 de mayo de 2014.
Porcayo dijo que lo que lo motiva a ser parte de esa comparsa es difundir esta tradición morelense a las futuras generaciones. “Hay que seguir nuestras tradiciones y no perder eso, enseñarles a los niños que entiendan y sepan de dónde vienen”, menciona.
Brincos en familia
La ‘Comparsa La Explosiva y sus Chinelos Mágicos’ la integran 28 personas de las cuales 16 son adultos y 12 niños. El brinco del Chinelo une a la familia, dice José Porcayo, originario de Tejalpa, Morelos: “La idea es que esto sea familiar por lo que se involucra a los niños para que cultiven sus raíces”.
La tradición nace en el pueblo de Tlayacapan, Morelos, en 1807. “Después viene a tomarlo muy fuerte un pueblo que se llama Tepoztlán y también lo adopta un pueblo que se llama Yautepec”, señaló Porcayo.
Según historiadores, el origen de los Chinelos se le atribuye a las rencillas que existían entre españoles e indígenas al no permitir que estos últimos participaran en los festejos del carnaval. La temporada en la que hacen su aparición los Chinelos es antes de Semana Santa, durante los desfiles carnavalescos.
Singulares trajes
El traje estilo Tlayacapan es de color blanco con rayas azules. El de Tepoztlán con base en colores negro y blanco. Y el traje de Yautepec es muy colorido y predomina el uso de lentejuela, chaquira y requiere de mucho trabajo artesanal.
Porcayo dio un estimado en cuanto al peso y precio del traje, pero hizo hincapié que esto dependerá del estilo del mismo. Por ejemplo, si es de Tlayacapan, el costo es de $400 y puede llegar a pesar 2 kilos, el de Tepoztlán valdría $2,500 y con un peso de 10 kilos y el de Yautepec el costo es de $6,000 en adelante y podría alcanzar los 30 kilos. Además agregó que el tiempo para la confección de este último podría tardar entre 3 a 6 meses.
El traje del Chinelo está compuesto de sombrero, plumas, máscara de madera -con cejas grandes, barba puntiaguda y bigote-, túnica o vestido, pañoletas y capa, por mencionar algunos elementos.
Los Chinelos realizan sus brincos a través de una banda de viento que no lleva voz, con tamborera, clarinete, platillos, tarola, el saxofón y trombón.
Porcayo no considera al brinco del Chinelo una danza “porque no se sigue un paso. No podemos llamarle danza porque no seguimos una coreografía”, opinó.
Roberto Pérez Celis representa al grupo ‘Los Amigos de la Cultura’ del municipio de Xochitepec, Morelos, México, un colectivo cultural que busca promover la expresión cultural de Morelos en Estados Unidos y en este caso a través de los Chinelos en Illinois.
Pérez tampoco define como baile al brinco del Chinelo. “El brinco del Chinelo no es un baile sino son diversos movimientos basados en lo que es ejercitar los hombros y la cadera”, opinó.
Chinelos en Illinois
Roberto Pérez destacó a La Raza que dialogó con pobladores locales que dieron inicio a lo que es esta tradición del brinco del Chinelo en Illinois. “Se pudieron ver unos trajes de Chinelo brincando en la Ciudad de los Vientos en septiembre de 1983”, dijo.
Cada vez más connacionales se unen al brinco del Chinelo y compran sus trajes, cuenta Roberto. “Paisanos hacen referencia a que en su niñez y juventud no tuvieron la oportunidad de portar el traje más sencillo de Chinelo y que ahora que cuentan con las posibilidades se hacen de esos trajes”.
Para Roberto Pérez el brinco que hacen aquí los morelenses es netamente familiar. “Muchos van acompañados de sus pequeños, personas adultas y abuelitos y así se van conformando las comparsas y ese es claro ejemplo de que aquí en Estados Unidos se celebra de manera familiar”, destacó.