Los deberes laborales del próximo presidente
Reforzar la formación de los trabajadores va a ser clave para el mercado de trabajo
Hoy, como todos los primeros viernes de mes, el departamento de Trabajo ha dado a conocer las cifras de empleo del mes anterior. En octubre se crearon 161,000 nuevos trabajos y la tasa de desempleo bajó al 4.9%. Con ello se va completando la gráfica de un año que ha sido, en términos laborales, desequilibrado en cuanto a creación de empleo con respecto a los dos precedentes que fueron muy fuertes.
Tras la Gran Recesión se han creado, lentamente, más trabajos que antes de esta fuerte crisis y eso ha hecho remitir parte del daño hecho, pero hay problemas en el mercado laboral que buscan solución. En la mesa de la próxima persona que ocupe la presidencia, el cuadro que se presenta va a exigir acciones para:
1 Seguir creando más y mejor empleo. Buena parte de los trabajos creados hasta ahora caen dentro de dos categorías muy amplias. Bajos ingresos y baja preparación o altos ingresos y alta preparación. Los trabajos en la industria que soportaron la estructura de la clase media han ido desapareciendo a medida que se han ido sofisticando las tecnologías. La industria no ha desaparecido, pero muchos trabajos los hacen ahora las máquinas, la robótica. Es cierto que muchos trabajos han ido migrando a naciones con mejores condiciones competitivas (salarios más bajos, peores estándares medioambientales….) pero aunque existiera un universo en el que ese proceso se pudiera revertir la automatización seguiría su curso acabando con más empleos mecánicos que exijan baja formación.
Se puede crear más empleo “con una inyección fiscal en la forma de gasto en infraestructuras o programas como el EITC que están dirigidos a gente que va a gastar dinero no ahorrarlo”, sugiere Isabel Sawhill del centro de investigación Brookings Institutions en una publicación. Esto beneficiaría a los latinos que están especializados en la construcción. Elise Gould, economista del Economic Policy Institute, lamenta que tras la inversión fiscal que se hizo tras la llegada de Barack Obama “no se ha hecho mucho más, es más se ha abrazado la austeridad que ha costado muchos empleos, sobre todo en el gobierno. Fíjese que ahora tenemos menos profesores que antes. La política monetaria (en manos de la Fed) no lo arregla todo”
2 Actualizar y expandir la formación de los trabajadores. La modernización del sistema productivo ha dejado a muchas personas sin trabajo o experiencia porque no tienen las capacidades suficientes para optar a un empleo. Muchas de las ofertas de trabajo — y hubo 5.9 millones de ellas en agosto, más que antes de la recesión– quedan vacantes en un mundo en el que se demandan habilidades nuevas y lo que los especialistas en recursos humanos llaman soft skills (comunicación, capacidad para trabajar en grupo, adaptabilidad…) que en muchas ocasiones llegan con la experiencia.
Desde el centro de estudios Third Way, David Brown y Ryan Bhandari explican que muchos de los nuevos trabajos son buenos. Pero “19 de las 30 ocupaciones que más crecen en EEUU requerirán educación de post secundaria (más que el diploma de high school). Actualmente el 58% de los trabajadores tienen algún tipo de educación universitaria, en 2020 (en cuatro años) el 65% de las ocupaciones requerirán estos niveles de educación”.
3. Mejorar la productividad, es decir lo que se produce por hora trabajada por cada trabajador. Los economistas están preocupados observando cómo en los últimos años esta medida se ha ralentizado, al crecer a un ritmo del 1.3%, por debajo de lo alcanzado a mediados de los noventa y ya entrado el siglo XXI, cuando era del 3.2%. La productividad es importante porque es el factor que influye en los salarios, que solo ahora comienzan a desestancarse. La solución pasa por una mayor inversión tanto en las empresas (que deben pensar más en el largo plazo) como en formación de trabajadores. Ayudas fiscales a la innovación pueden abrir más la vía para ello.
4. Incluir a más trabajadores. El porcentaje de personas que trabajan y buscan trabajo está bajo mínimos, en muy buena medida porque muchas personas se desencantaron de lo que ha ofrecido el mercado laboral pero también porque la generación más numerosa de la historia, los baby boomers, están jubilados o jubilándose. El próximo inquilino de la Casa Blanca debe centrarse en unos siete millones de hombres en edad de trabajar que ni lo están haciendo ni lo están intentando, además de dos millones que buscan empleo pero no lo encuentran. Este es un cometido que apunta David Wessel, también de la Brookings Institution. Entre las soluciones que apunta Wessel la que se repite a lo largo de esta lista: formación. Pero también hacer atractivos los trabajos.
Gould afirma que si bien es cierto que hay más ofertas de empleo no son atractivas para los trabajadores. “Si hubiera ofertas interesantes para trabajadores preparados habría mayores sueldos y no lo estamos viendo”. Con ello se puede atraer también a más mujeres que no entran en el mercado laboral o tienen muchos obstáculos porque los salarios son bajos o es imposible atender a una familia y ganar un sueldo a la vez.
¿Cómo? Gould da una serie de ideas, entre ellas incrementar los estándares laborales “y animar el movimiento sindical que entre otras cosas está siendo decisivo para eliminar las brechas salariales por raza o género, algo muy importante”
5. Contrato social. Legislaciones locales y estatales han elevado los salarios mínimos mientras el Congreso no ha cambiado el mínimo común. Uniformizar este salario para evitar competencias complicadas entre municipalidades o estados, y revisar cómo las nuevas tecnologías, plataformas y formas de trabajar están impactando los derechos de los trabajadores además de avanzar en la integración de la mujer con licencias familiares.