Ataca los rincones olvidados de la casa
Consejos prácticos para ejecutar una limpieza a fondo con rapidez y poco esfuerzo
Mantener un hogar completamente limpio es una tarea compleja y dispendiosa que requiere de mucha organización y tiempo. Es por eso que la mayoría de las casas de las mujeres trabajadoras por lo regular siempre brillan solamente “por donde pasa la suegra”.
Pero de cuando en cuando vale la pena dedicar un fin de semana para organizar a la familia y hacer una limpieza a fondo, en la cual con rapidez y poco esfuerzo se remueva la suciedad acumulada en esos rincones a los que poco le ponemos atención.
Aquí te damos una guía de cómo hacerla. ¡Toma nota!
Puertas y ventanas
Comenzando por la primera o última habitación de la casa, limpia el polvo acumulado en las cornisas de puertas y ventanas, utilizando ya sea un plumero o trapo de microfibra o unas cuantas toallitas antiestáticas que usas para secar la ropa en la secadora. De esta manera, el polvo quedará atrapado en ellas y no se esparcirá por todo el cuarto.
Con estos mismos elementos, retira también el polvo acumulado en la parte superior de los marcos de los cuadros y espejos; así como el depositado en las hojas de las plantas naturales o artificiales que tengas, pantallas y teclados de computadoras, televisores y campanas de lámparas de techo o colgantes.
Persianas
Las olvidadas en la tarea de la limpieza diaria están cargadas siempre de polvo que puedes retirar usando ya sea uno de los plumeros de microfibra diseñados exclusivamente para ello (están disponibles en los supermercados populares) o las medias impares de algodón que por años has tenido abandonadas en los gaveteros de la ropa.
Si decides usar las medias, solo tendrás que humedecerlas con un poco de limpiador líquido (preferiblemente del estilo multiusos y desengrasante), ponerlas en tu mano en forma de guante y limpiar primero la cara interna de éstas y luego la externa.
Repisas y libreros
Si en ellos tienes objetos de valor, más vale la pena que los limpies tú misma para evitarte dolores de cabeza. Para ello tendrás que llenarte de paciencia y organización metódica que incluye estos pasos:
Retirar de las repisas todo objeto exhibido en ellas, remover el polvo de cada listón de la repisa y luego proseguir a retirarlo de cada adorno al momento de reubicarlo en su lugar.
Seguir luego con los libreros removiendo todos los libros (en el caso que sean pocos) y limpiar el polvo de cada sección para luego colocar los libros ya también limpios. En el caso que sean muchos, basta con tan solo limpiar la parte superior de cada libro y luego recoger el polvo que queda acumulado en cada listón y el piso.
Ventiladores de techo
Para ello existe un viejo truco de las abuelas que facilita la acción: usar una funda vieja.
Solo tienes que introducir en la funda una de sus hélices y deslizarla con lentitud para que con el roce de la tela el polvo acumulado en la cara que mira hacia el techo se vaya enrollando y quedando atrapado dentro de la funda. Seguir esta misma acción hasta limpiar todas las hélices y luego con un trapo húmedo limpia cada una de las caras hacia el piso.
Sarro en llaves y cabezas de duchas
El sarro que se forma en estos se retira usando una bolsa plástica, una banda elástica y vinagre blanco. Sigue este procedimiento: vierte media o una taza de vinagre en la bolsa, introdúcela en la llave o la cabeza de la ducha, cerciorándote que el vinagre quede bañando toda la pieza, coloca la banda elástica para sujetar la bolsa con el vinagre y déjala allí toda una noche o día.
Cuando todo el sarro se haya desprendido, retira la bolsa y limpia la llave o la cabeza de la ducha con un paño humedecido con un poco de agua oxigenada para que quede completamente limpia y con brillo.
Sofás y pisos
La aspiradora es la mejor aleada para retirar el polvo que se acumula en la tela de cojines de los sofás y sillas laterales, así como en el piso cubierto por éstos. Así que pasa la aspiradora por todos los cojines y por debajo de todo mueble de tu casa, así como por debajo de las camas y armarios.
Te sorprenderás de ver todo el polvo que se acumula en estás áreas que no son vistas, pero que están llenas de ácaros dañinos para tu salud y la de tu familia.