Trump comienza a desmantelar regulaciones financieras de Obama
Expertos creen que este paso ayudarán a fomentar “el crecimiento económico, creará empleos y protegerá a los consumidores y a los contribuyentes”.
WASHINGTON.- Empeñado en borrar el legado de su antecesor, el presidente Donald Trump firmó este viernes sendas órdenes ejecutivas para empezar a desmantelar regulaciones financieras adoptadas para reformar Wall Street tras la crisis económica de 2008.
Antes de firmar las medidas, Trump dijo durante una reunión con líderes empresariales que su gobierno prevé eliminar buena parte de una ley de 2010, conocida como “Dodd-Frank”, que impuso fuertes regulaciones al sector bancario para impedir otra crisis financiera.
“Estamos firmando unos principios fundamentales para regular al sistema financiero de EEUU”, explicó Trump al firmar la primera medida.
El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, dijo en su acostumbrada rueda de prensa que la ley “Dodd-Frank” es “una política desastrosa” porque se ha excedido en las regulaciones para el sector financiero. Según la Administración, Trump quiere mejorar el ambiente para facilitar préstamos a las empresas.
En su momento, los demócratas apoyaron la ley “Dodd-Frank” de forma abrumadora, al señalar que Wall Street y los bancos y entidades de servicios financieros necesitaban más supervisión del gobierno para evitar otro descalabro en la economía.
Durante la contienda, Trump se presentó como un candidato “anti-establishment” y prometió “vaciar el pantano” en Washington. Pero, para la oposición, su orden ejecutiva para debilitar la ley “Dodd-Frank” es otra señal de que la Casa Blanca está buscando favorecer a las empresas de Wall Street.
La orden ejecutiva en sí no hace mención de “Dodd-Frank” pero instruye al Departamento del Tesoro a que le entregue un informe en un plazo de cuatro meses sobre los reglamentos financieros que deben eliminarse para avanzar la agenda económica de su Administración.
En todo caso, Trump necesitará el apoyo del Congreso para revertir la mayoría de los elementos de la ley “Dodd-Frank”. La ley creó la Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB, en inglés), precisamente para proteger a los consumidores de las maniobras de las grandes corporaciones.
Por separado, Trump firmó un memorando para postergar la puesta en marcha de un reglamento “fiduciario” del Departamento del Trabajo, que debían entrar en vigor el próximo 10 de abril y tienen el objetivo de proteger a los consumidores que realizan inversiones financieras. En concreto, el reglamento exige que los asesores financieros especializados en temas de jubilación, que en su conjunto manejan unos $3 billones en bienes, antepongan los intereses de sus clientes.
Tanto las empresas de Wall Street como los líderes republicanos en el Congreso se han quejado de que esos reglamentos –aún en litigio en los tribunales por parte del empresariado- son costosos y afectan el ambiente de inversiones en el país.
Ambas órdenes ejecutivas fueron elogiadas por el empresariado, que incluye a amigos de Trump, por considerar que el sistema de regulaciones financieras necesita una “modernización”.
Esa modernización “fomentará el crecimiento económico, creará empleos y protegerá a los consumidores y a los contribuyentes” y será clave para mejorar las oportunidades financieras de los negocios y las familias en EEUU, según Tim Pawlenty, principal ejecutivo de la “Mesa Redonda de Servicios Financieros” (“Financial Services Roundtable, FSR).