Premios Lo Nuestro: ¿Orgullo latino o vergüenza artística?
Cansado, harto, decepcionado… Mirando Premios Lo Nuestro me pregunto: ¿cómo queremos que nos respeten como latinos, que respeten a nuestros talento hispano, cuando estamos viendo una industria de la música agonizante?, ¿de quién es la culpa? ¿quiénes son los responsables?
Recuerdo la última vez que me escribí por Twitter con Ricky Martin -antes que me bloqueara-. Estaba viendo los Oscar, salió a cantar Barbra Streisand ¡en vivo!… En medio de esa premiación le escribí a Ricky y le pregunté por qué siendo también él un gran artista, cada vez que aparecía en Premio Lo Nuestro no cantaba, y hacia el tedioso y obvio ‘playback’… No supo que contestarme, me contó todos los Grammys que tenía y me bloqueó.
¿Por qué teniendo tan buenos músicos, cantantes, y artistas, y la voz hispana de la que tanto esta de moda y nos enorgullecemos, hacen playback en los premios?… Una patéticamente maquina de sonido mal interpretada y mal doblada la que suena en nuestras contados encuentros de cantantes hispanos… En muchos casos, es solo una vez al año que Thalía sale de su ‘Palacio Real’ a cantar en un evento así.
Si solo salen para pautar un negocio que va a sus bolsillos, por qué no se esfuerzan en llegar unos días antes a Miami, ensayar y cantar, aquello que quieren vender y por lo cual quieren ser reconocidos. No hay excusas, tienen el tiempo, tienen los recursos y el dinero les sobra para no pasar la vergüenza.
Me escribían mis colegas desilusionados porque Thalía lo volvió hacer. ¡Qué vergüenza!, ¡qué triste!… Ese lugar podría estar ocupado por un artista que sí quiere cantar, que sí quiere que su voz sea escuchada. Ya no hay tiempo de jugar a la cantante, el tiempo se va, el mundo ya tolera menos, las redes sociales hacen que el papelón sea más evidentes, los comentarios son horribles… ¿para qué arriesgarse a esta altura?, ¿salir de la comodidad de sus casa a venir a ‘robarle’ a sus fans?.. Porque sí, es un robó en el escenario.
“Vengo, me pongo un vestido lindo en la ‘red carpet’, otro en el escenario, muevo el pelo, mi mano con el micrófono bailan por un lado y el playback por el otro y me voy a la suite de mi hotel feliz’… ¿Así se hace una carrera trascendente? ¿así se perdura y se ocupa un lugar en el mundo del espectáculo hispano?
Y luego llenarnos de discursos de ‘orgullo hispano’, ‘ la voz de los latinos’…. ¿De verdad? No se equivoquen, esas no son nuestras voces, son maquinas, computadoras y efectos especiales. Nuestras voces están en bares, antros y en un karakoe, en un palenque o rancho.
Hay muchos artistas latinos que merecen estar en nuestros escenarios, pero si como críticos y público no condenamos estos sacrilegios artísticos, seguiremos consumiendo plástico y no arte. No dejemos pasar estos engaños, estas mentiras a un público que pago para ir, un público que se ve traicionado, y a una industria que debe tener un mejor control de calidad, que es por estas cosas que todo sabe barato y mediocre.
Les pido un favor, sino quieren cantar, no canten, sino no van a cantar, no salgan de sus palacios, ni vengan más a vender sus ‘merchandising’, please quédense en sus casas sacando ‘selfies’, o poniendo cositas en Instagram, los escenarios son sagrados, templos del arte, y de las buenas canciones, voces, bailes y buena música. Cuando vuelvan a pensar en representar ‘Lo Nuestro’ que sea de ‘lo nuestro’ lo mejor, con excelencia, así el ‘Orgullo Latino’ será respetado.