Gobierno de Trump se jacta de menos cruces y arrestos fronterizos en mes posterior a toma de posesión

Lo atribuyen a la "aplicación de las leyes" y a las órdenes ejecutivas del presidente, pero observadores señalan que la tendencia puede ser pasajera y responder a diversas razones. Los precios de los coyotes están aumentando.

El gobierno de Donald Trump se está dando crédito por una reducción significativa en el tráfico de inmigrantes por la frontera sur desde que el nuevo presidente tomó posesión, pero observadores del fenómeno creen que la tendencia probablemente es pasajera y se debe a una variedad de factores y no a las “órdenes ejecutivas” del presidente, que es lo que el gobierno arguye.

Entre los posibles factores mencionados está la “incertidumbre” sobre qué tanto hará Trump, el aumento del flujo migratorio por los mismos cruces en los tres meses anteriores a la toma de posesión y evidencias de que los agentes fronterizos están impidiendo el cruce y rechazando a solicitantes de asilo en cantidades cada vez mayores.

El comunicado del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), en voz de su secretario John Kelly emitido en la noche del miércoles, asegura triunfalmente que todo se debe a la publicación de las “órdenes ejecutivas para aplicar las leyes migratorias”.

“Los primeros resultados indican lo importante de aplicar exhaustivamente la ley de inmigración y de actuar para disuadir el cruce”, cita el comunicado al secretario Kelly.

Según la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), hubo una disminución del cruce entre enero y febrero de este año e incluso citan el día 20 de enero –toma de posesión de Trump- como fecha clave para esta reducción.

“CBP históricamente observa un aumento del 10 al 20% en el cruce en los arrestos de inmigrantes ilegales (sic, cita textual, término no utilizado por La Opinión) entre Enero y Febrero. Pero este año hubo una disminución de 40%, de 31,578 personas a 18,762 entre un mes y otro”, reza la declaración oficial.

El gobierno estadounidense también reportó un aumento en el costo de los traficantes o “coyotes” que ayudan a los migrantes a llegar y adentrarse por la frontera. En algunas áreas, dicen, la tarifa aumentó en 130%, de 3,500 a 8,000 dólares.

“Los cambios en política migratoria así como las detenciones ayudan a aumentar las tarifas de los traficantes de humanos”, afirma el comunicado.

Medios conservadores cercanos al Presidente como Breitbart.com (en parte fundado por su asesor Steve Bannon) se hicieron eco de la felicitación.

El jueves, Breitbart tituló la nota así : Trump Era: Southwest Border Apprehensions at Lowest Point in 5 Years (La era Trump, arrestos en la frontera a su punto más bajo en 5 años) y el artículo califica las cifras de “impresionantes”.

Pero observadores y activistas del lado pro inmigrante señalan que la disminución puede tener diversas razones. En principio, dijeron, las cifras son parte de una tendencia general que se ha visto hace años en la reducción de la inmigración indocumentada.   Los flujos suben y bajan a menudo y responden a diversas condiciones, incluyendo el clima. 

Agregaron que esta tendencia a la baja, sin embargo, refuta la idea de que es necesario gastar miles de millones en construir un muro y contratar a 15,000 nuevos agentes federales, a un costo enorme.

“Hace ya varios años, los arrestos fronterizos han estado a los niveles más bajos de los últimos cuarenta años”, dijo Greg Chen, de la Asociación Nacional de Abogados de Inmigración (AILA). “El plan de Trump de gastar cantidades multimillonarias en la frontera no tiene nada que ver con la realidad de lo que está pasando”.

Una ojeada a las cifras, sin embargo, revelan que lo que puede estar ocurriendo es una disminución que coincide con la entrada de Trump al poder, pero también con el significativo aumento en el tráfico fronterizo en octubre, noviembre y diciembre, meses previos al cambio de gobierno. 

Es decir, más personas migraron e intentaron entrar al país en los meses antes de la toma de posesión y esa cifra cayó súbitamente cuando Trump se juramentó como presidente. Esto puede querer decir que muchos migrantes intentaron entrar en los últimos meses de Obama y antes que Trump tomara posesión.

Avideh Moussavian, de la organización National Immigration Law Center (NILC) atribuyó el descenso al “caos y la incertidumbre que han estado regando sobre la política migratoria y la eliminación de las protecciones para solicitantes de asilo a quienes están impidiendo que pidan este beneficio”.

Moussavian indicó lo que quienes han observado las cifras y el flujo migratorio en los últimos tres años saben con creces, y es que la mayoría de los cruces actuales son de centroamericanos, especialmente familias, mujeres y niños, tratando de llegar a Estados Unidos para pedir asilo.

“No hay nada de qué enorgullecerse si lo que están haciendo es abrogar los compromisos de este país con leyes internacionales respecto a refugiados e impidiendo que estas familias siquiera tengan la oportunidad de iniciar un proceso de asilo”, dijo.

No es la primera vez, sin embargo, que un gobierno se acredita un cambio de flujo migratorio por la frontera por medidas tomadas para “controlar” la misma.

El gobierno de Barack Obama lo hacía a menudo y un ejemplo de ello fue la reducción –temporal- que se dio en 2015 luego que ese gobierno comenzó a arrestar a menores y madres centroamericanas y a ponerlos en centros de detención por tiempo indefinido.

El año anterior había explotado la crisis en Honduras y El Salvador, con aumentos en la violencia pandilleril y había aumentado notablemente el cruce de menores solos y menores con madres y otros familiares.  El gobierno de Obama asumió una política de “disuasión”, abriendo varios centros de detención familiares y encarcelando a muchos de estos migrantes.

También se creó el “rocket docket” que puso como prioridad  la deportación de estos grupos familiares por delante de todas las demás deportaciones en tribunales de inmigración.

En 2015, el entonces secretario de seguridad nacional Jeh Johnson acreditó al gobierno de Obama  el descenso del cruce de esos grupos en 2015, pero la cifra comenzó de nuevo a aumentar el pasado año.

Está por verse si esta disminución de la que se jacta Kelly es duradera, pero Jennifer Podkul, directora de políticas de la organización “Kids in Need of Defense” que proporciona abogados para menores que cruzan a Estados Unido buscando refugio dijo que las cifras de quienes escapan de centroamerica no han cambiado.

“No hemos sabido de ningún descenso en la gente que deja sus hogares, el flujo continúa igual y también las condiciones en sus países. Cuando México comenzó a tomar medidas en 2015, los traficantes tomaron otras rutas”, dijo. “Es probable que ahora estén reajustando de la misma manera”.

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