El país donde quieren expulsar a los Testigos de Jehová
Sus creyentes podrían enfrentar hasta 10 años de prisión
MOSCU, Rusia – El Ministerio de Justicia ruso suspendió la actividad de los testigos de Jehová desde el 23 de marzo pasado, acusados de extremismo, a la espera de que el Tribunal Supremo decida el próximo 5 de abril si prohibir definitivamente la práctica de ese culto en el país.
El Centro de dirección de los testigos de Jehová en Rusia, que dirige todas las filiales regionales y locales de la comunidad religiosa, ha sido incluida en la lista de organizaciones extremistas, señala un comunicado del Ministerio.
La prohibición de los testigos se da por descontada, toda vez que el alto tribunal ruso ya respaldó en el pasado el cese de su actividad en varias regiones y ciudades.
El portavoz de los testigos de Jehová en Rusia, Iván Belenko, denunció a Efe que la decisión de las autoridades rusas privará de su derecho a la libertad de culto a los 175,000 seguidores que tiene esa comunidad en el país.
Por su parte, Vasily Kalin, presidente del comité directivo de la sede rusa de los Testigos de Jehová, aseguró que “si el Ministerio de Justicia se sale con la suya, los creyentes pueden enfrentar hasta 10 años de prisión“.
En todos los procesos judiciales contra la organización, las autoridades le han acusado de almacenamiento y difusión de literatura religiosa de carácter extremista.
“Todas las decisiones judiciales contra nosotros se basan en una única acusación: que algunos de nuestros libros y discursos están en la lista de literatura extremista que existe en este país”, explicó Belenko.
Aseguró que las decisiones de incluir a unas u otras publicaciones en la lista negra “se tomaron con base en opiniones de falsos expertos y sentencias judiciales dictadas a espaldas de los creyentes”.
Según el portal RT, entre el 8 y el 27 de febrero pasados el Ministerio de Justicia ruso realizó una inspección no programada a las actividades de la organización, misma que reveló que ésta viola reglamentos y contradice la legislación rusa en materia de operaciones contra actividades extremistas.
El principal temor de la organización religiosa, que cuenta con unos 8 millones de seguidores en el mundo, es que el objetivo del gobierno ruso sea liquidar la totalidad de sus 2,200 grupos religiosos y 400 organizaciones locales.
– Con información de EFE