Trump pide dinero para el muro y propone profundos recortes en asistencia pública
Por la construcción del muro para reforzar la seguridad fronteriza, el presidente propondrá recortes en programas como “Medicaid” y cupones de comida
WASHINGTON.- El presidente Donald Trump pedirá al Congreso $2,600 millones para la construcción de un muro y para reforzar la seguridad fronteriza, y propondrá recortes en programas que ayudan a los latinos, como “Medicaid” y cupones de comida, lo que este lunes generó críticas de grupos religiosos y cívicos.
Aunque la Administración Trump entregará el plan presupuestario al Congreso mañana, datos filtrados hoy a la prensa demuestran, a vuelo de pájaro, que éste incluye un aumento del 10% para el Pentágono, fondos para la construcción del muro, y profundos recortes a programas de asistencia pública.
El plan, titulado “La Nueva Fundación para la Grandeza Estadounidense” (“The New Foundation for American Greatness”, prevé recortes en gastos públicos por $3,6 billones en un plazo de diez años y que, según la Administración, logrará un presupuesto equilibrado en diez años y una reducción de la deuda al 60% del Producto Interno Bruto (PIB).
Durante la contienda electoral, Trump prometió dejar intactos los programas de “Medicare” y de Seguridad Social, y su plan para el año fiscal 2018, que comienza en septiembre próximo, mantiene ese compromiso.
También solicita un aumento de $54,000 millones para Defensa, para un total de $649,000 millones, además de $200,000 millones para proyectos de infraestructura que, con la ayuda del sector privado, podría subir a un billón de dólares.
El plan, que vaticina un crecimiento económico del tres por ciento, prevé seis semanas de licencia familiar con goce de sueldo para nuevos padres de familia, incluyendo padres adoptivos.
La propuesta con seguridad será aplaudida por la facción ultraconservadora del Partido Republicano, que exige austeridad fiscal y lleva años presionando por un presupuesto libre de déficit.
Pero plan, que requiere la aprobación del Congreso, causó ataques demócratas y nerviosismo entre legisladores cuyos distritos tienen altos porcentajes de personas que necesitan ayuda pública para subsistir.
El senador demócrata por Nueva York, Chuck Schumer, urgió a Trump que abandone un plan que “devastará a la clase media” y proteja “Medicaid”, que ayuda a uno de cada diez veteranos de guerra, a niños, ancianos y discapacitados, a personas en asilos de ancianos, y a personas atribuladas por la drogadicción.
As America suffers through opioid crisis, Trump mulls devastating cuts to epidemic-fighting agency https://t.co/9WNumASt8A pic.twitter.com/ORruPnrCGv
— New York Daily News (@NYDailyNews) May 21, 2017
“La única buena noticia de este presupuesto es que probablemente será rechazado por miembros de ambos partidos en el Senado, tal como ocurrió con el presupuesto anterior”, dijo Schumer, al recordar que muchos republicanos provienen de estados que han ampliado “Medicaid”.
644,400 seniors in New York rely on Medicaid. #Trumpcare would cap their care.
— Chuck Schumer (@SenSchumer) May 22, 2017
Recortes masivos
Trump dará un hachazo a programas de beneficencia pública en la próxima década, incluyendo recortes por $800,000 millones al “Medicaid” para pobres y discapacitados, y por $193,000 millones al programa de cupones de comida, conocido como “SNAP” y que ayuda a 42 millones de personas.
También recorta el Programa de Seguro de Salud para Niños, conocidos por sus siglas en inglés “CHIP”, y el programa del Seguro Social para Discapacitados (SSDI, en inglés). Además, prohíbe fondos de cualquier tipo, incluyendo de “Medicaid” para entidades que realizan abortos, incluyendo “Planned Parenthood”.
El presupuesto también prevé recortes en programas del sistema escolar público, aunque mantiene fondos para las becas “Pell” para financiar los costos de año y medio de universidad para estudiantes de escasos recursos, entre otros.
Rechazo y advertencias
El plan ya generó el rechazo también de grupos cívicos y religiosos.
Steven López, director asociado del Proyecto de Políticas de Salud del Concejo Nacional de La Raza (NCLR), dijo a este diario que “está claro que los programas vulnerables (a los recortes) son una tabla de salvación para millones de familias y niños estadounidenses, incluyendo latinos”.
“Hacer recortes crueles a programas como Medicaid y SNAP minaría la salud y el bienestar de millones de familias que trabajan duro, solo para darle grandes recortes de impuestos a los ricos”, advirtió.
Según López, 18 millones de latinos reciben “Medicaid”, o una tercera parte de los más de 70 millones de beneficiarios en edad laboral inscritos en el programa, y diez millones reciben “SNAP”.
Líderes de la Conferencia de Obispos Católicos de EEUU (USCCB), enviaron una carta a ambas cámaras del Congreso en la que rechazaron el aumento en gastos militares, en detrimento de programas “que ayudan a los pobres y vulnerables”.
Según la USCCB, los recortes deben apoyarse en “criterios morales que protejan la vida y la dignidad humana… y promuevan el bienestar de los trabajadores y sus familias”.
Bishops' Letter in Advance of @POTUS’ Proposed Budget Stresses Need for Spending Priorities Promoting Common Goodhttps://t.co/wdJfggCS86 pic.twitter.com/DxzPVz3P1C
— U.S. Conference of Catholic Bishops (@USCCB) May 22, 2017
Simon Rosenberg, analista del grupo progresista “NDN”, afirmó que Trump está “traicionando” su promesa de ayudar al ciudadano de a pie, y no estará fomentando la creación de empleos y el crecimiento económico, como asegura su gobierno.
Rosenberg criticó los grandes recortes de impuestos a los ricos que, sumados a un enorme aumento en gastos de defensa, a su juicio, siguen una fallida receta republicana que en el último siglo han suscitado graves condiciones económicas para EEUU.
“Sobran razones para tirar este presupuesto en el tacho de reciclables en cuanto sea difundido”, dijo Rosenberg.