Niñas y mujeres se prostituyen en Kenia a cambio de comida
Como consecuencia de la sequía, niñas de 12 años se trasladaron de las zonas rurales a las urbanas para prostituirse
NAIROBI – Niñas y mujeres del condado de Turkana, en el norte de Kenia, son explotadas sexualmente a cambio de alimento debido a la sequía, lo que ha dado lugar a un aumento de la violencia de género, denunció el Comité Internacional de Rescate (IRC).
Los matrimonios tempranos y forzosos han aumentado y mujeres y niñas participan en el llamado “sexo transaccional”, en este caso a cambio de comida, como consecuencia directa de la inseguridad alimentaria, indicó la ONG al anunciar los resultados de la investigación que llevó a cabo en la zona en febrero pasado.
Como consecuencia de la sequía, niñas de 12 años se trasladaron de las zonas rurales a las urbanas para prostituirse, en su mayoría en clubes nocturnos donde reciben unos 50 chelines (medio dólar o 35 céntimos de euro al cambio) a cambio de sexo.
Muchas de estas niñas dijeron a IRC que tienen a su cargo hermanos e incluso hijos, que dependen de ellas para comer.
“La actual sequía ha llevado a una escasez de alimentos y al aumento de mujeres y niñas que necesitan apoyo, ahora más que nunca”, dijo el director del IRC en Kenia, Conor Philips, en un comunicado.
El IRC denunció, como consecuencia, un aumento de la violencia sexual y puso como ejemplo el caso de una niña de 6 años en Lodwar, en el oeste del lago Turkana, que fue violada y severamente golpeada por el hombre que la acogía a ella y a su familia.
Al menos 2,6 millones de kenianos padecen la inseguridad alimentaria debido a la sequía que ha causado pérdida de ganado, aumento de la malnutrición y enfermedades infecciosas, así como un incremento del precio de los alimentos hasta de cinco veces mayor.
El IRC se quejó de la falta de financiación de sus programas para apoyar a esta población vulnerable.
En 2016, los donantes recortaron fondos con los que atendían casos de violencia de género, apoyo psicosocial, mentoría a niñas adolescentes, capacitación laboral para mujeres y niñas, educación y sensibilización.
“El cierre de los programas de IRC es una tragedia para una población extremadamente vulnerable, los donantes deben restablecer la financiación ahora para apoyar a las niñas a salir de la explotación sexual y tener una forma más segura de alimentarse a sí mismas y a sus familias”, pidió Philips.
El IRC, que fue fundado en 1933 a petición del científico Albert Einstein para ayudar para las víctimas del nazismo en Alemania, opera en 42 países para ayudar a personas afectadas por las guerras, conflictos civiles u opresión.