Mientras Trump amenaza a Corea del Norte su equipo busca tranquilizar a la población
La Agencia Federal para la Gestión de Emergencias afirmó que tiene planes de contingencia para “todo el espectro de amenazas”
WASHINGTON.- En una escalada de tensiones con Corea del Norte, el presidente Donald Trump repitió este jueves su amenaza contra el país asiático si se atreve a lanzar un ataque nuclear contra EEUU, mientras su Administración intenta calmar los nervios de una población temerosa de una nueva guerra.
EEUU y Corea del Norte mantienen las espadas en alto debido a las ambiciones nucleares del gobierno de Pyongyang, atizando el nerviosismo por el riesgo de un ataque contra este país o sus aliados.
Sin embargo, una portavoz de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA) afirmó hoy a este diario que el gobierno tiene planes de contingencia para “todo el espectro de amenazas”.
Desde su club de golf en Bedminster (Nueva Jersey), donde pasa unos días de vacaciones, Trump dijo hoy que su amenaza del martes pasado contra Corea del Norte podía haber sido ”más dura”.
“Quizá no fue lo suficientemente dura… ya es hora de que alguien defienda a la gente de nuestro país y de otros países”, dijo Trump.
El martes pasado, el mandatario advirtió a Pyongyang que cese sus amenazas contra EEUU o, de lo contrario, afrontará “el fuego y furia jamás vistos en el mundo”.
Trump tampoco reveló hoy sus cartas bajo la manga –no se descarta un ataque preventivo-, pero sí se quejó de que el diálogo no ha servido para frenar el programa nuclear de Corea del Norte, y calificó como “una tragedia” que “durante años” ese país “se ha salido con la suya”.
El gobierno comunista liderado por Kim Jong Un amenaza con atacar este mes el territorio estadounidense de Guam, sede de una importante base militar en el Pacífico, y aparentemente tiene misiles intercontinentales capaces de alcanzar Alaska o Hawaii.
La nueva amenaza nuclear
Su gobierno se burla de EEUU y se regodea de su prueba del pasado 3 de julio con un misil intercontinental balístico bautizado como “Hwasong-14”, que se mantuvo en vuelo durante 40 minutos y recorrió 950 kilómetros antes de aterrizar en el Mar de Japón.
Es una hazaña importante porque, según el Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, en inglés), con algunos ajustes en su propulsión y trayectoria de vuelo, bien podría haber recorrido 7,000 kilómetros hasta llegar a Alaska, o en la periferia de Guam. Además, este tipo de misil puede transportar ojivas nucleares, con un alcance mínimo de 5,500 kilómetros.
Estados Unidos cuenta desde 2004 con un complejo sistema de defensa anti-misiles, desplegado en 15 zonas horarias y capaz de hacer frente a amenazas como las de Corea del Norte.
¿Qué planes tiene el gobierno?
Igual de importante, sin embargo, es lo que hace el gobierno para educar y preparar a la población frente a distintos escenarios de ataques.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) abandonó en 2011 su sistema de alertas terroristas multicolor, que asignaba distintos colores –y sus correspondientes planes de acción- dependiendo del nivel de la amenaza.
Bajo ese sistema, el verde era el nivel de peligro más bajo, y el rojo, el más severo. Pero el sistema, creado tras los atentados del 9/11, se prestaba a la confusión y fue objeto de burlas de los comediantes.
Ahora, DHS ha referido toda pregunta sobre los planes de preparación frente a Corea del Norte a FEMA y la portavoz, que pidió el anonimato, dijo que la agencia trabaja con las autoridades locales, estatales y territoriales, y el sector privado, para responder a todo tipo de peligros, “tanto naturales… como los provocados por el hombre, como un ataque nuclear”.
En octubre de 2016, las oficinas regionales de FEMA dieron los toques finales a planes de contingencia en zonas urbanas para “todo el espectro de amenazas radiológicas y nucleares”, que también podrían adaptarse a otras áreas.
Además, la página “Ready.gov” ofrece a la población civil sobre cómo responder a más de una veintena de emergencias, incluyendo un ataque nuclear.
Por lo general, los posibles blancos de ataques nucleares pueden incluir instalaciones militares, la capital de EEUU y otros centros de poder político; sitios de comunicaciones y transporte; centros financieros, industriales y manufactureros, y plantas eléctricas y refinerías de petróleo.
El Departamento de Salud y Recursos Humanos tiene en su página web información detallada sobre las secuelas de una detonación nuclear, los peligros para la salud de la radiación, y qué hacer para protegerse.
El creciente enfrentamiento verbal entre Washington y Pyongyang evoca memorias de la “Guerra Fría” entre EEUU y Rusia que en la década de 1950, tras las primeras pruebas nucleares soviéticas, dio pie a una extensa campaña en las escuelas públicas sobre cómo protegerse de un ataque nuclear.
Generaciones de estudiantes, desde 1950 hasta 1991, aprendieron la táctica de “agacharse y cubrirse” bajo sus escritorios.
Ahora, aunque la posibilidad de un ataque nuclear sigue siendo remota, las autoridades estatales en Hawaii sopesan implementar ensayos en las escuelas públicas –es el primer estado en la nación con semejante plan-, tal como ya ocurre con ensayos por posibles incendios, tsunamis, o tiroteos.