Los tesoros arqueológicos que Estado Islámico no logró destruir en Irak y que paradójicamente ayudó a encontrar
Pese a la devastación, se han encontrado artefactos y sitios en buen estado y ha descubierto otros gracias a túneles excavados por los combatientes
La rica herencia arqueológica de Irak ha sufrido enormes daños en manos del autodenominado Estado Islámico.
Equipos del Museo Británico de Londres están entre los primeros que han ido a evaluar el alcance de la destrucción en lugares donde ya no quedan combatientes.
Después de que EI declara el califato en 2014, cientos de sitios arqueológicos en Irak cayeron en manos de sus combatientes.
A esto le siguieron terribles actos de vandalismo, muchos de ellos difundidos en videos publicados por miembros del grupo que muestran cómo destrozaban artefactos en el Museo de Mosul y como dinamitaban otros en la capital asiria de Nimrud.
Los arqueólogos que regresaron a zonas reconquistadas descubrieron otros lugares antiguos transformados en estacionamientos, estatuas hechas trizas y constataron la desaparición de manuscritos.
No obstante, encontraron que EI no logró destruir todo: hallaron tesoros sin descubrir en medio de las ruinas e hicieron otros nuevos y emocionantes descubrimientos.
Importancia histórica
Recientemente liberada después de un extenso operativo militar, Mosul, la segunda ciudad más grande de Irak, y sus áreas circundantes, tienen una gran importancia histórica.
La ciudad asiria de Nínive, que data del siglo VII a.C y que antiguamente tenía palacios, templos y mansiones, está en las afueras de Mosul.
El 70% de la ciudad ha sido destruida por EI. Algunas paredes han sido perforadas y varias puertas que habían sido recuperadas en excavaciones y restauradas fueron derribadas.
Los magníficos toros alados que protegían la entrada a la Puerta de Nergal han sido mutilados.
Sin embargo, en medio de esta ola de destrucción hay un destello de luz.
En Nebi Yunus, EI fue expulsado justo a tiempo.
Belleza escondida bajo los túneles
Las fuerzas iraquíes encontraron una red de túneles que siguen mayormente el camino de unas antiguas esculturas alineadas en las paredes del palacio.
Aunque estos túneles han dañado el terreno, EI no tuvo tiempo de robar o destruir estas esculturas.
Los descubrimientos en los túneles –relieves, esculturas y tablas cuneiformes- son espectaculares.
Los relieves son verdaderamente excepcionales, muestran escenas religiosas y de culto, sacerdotes y lo que parecen ser semidiosas o sacerdotisas.
A unos 30 km al sur de Mosul está Nimrud, la ciudad asiria de Kalhu, una gran urbe entre 1350 y 610 a.C.
Las excavaciones en Nimrud comenzaron a mediados del siglo XIX y continuaron hasta 1992, revelando algunos de los monumentos más importantes del arte asirio.
Desde marzo de 2015, el sitio ha sido sistemáticamente destruido por EI. Cerca del 80% se ha perdido.
EI aplanó con maquinaria Ziggurat, una empinada pirámide que antiguamente tenía 34 metros de altura.
También destruyó los lamassus -las esculturas de toros alados- en el cercano templo de Ishtar y destruyó la entrada del Templo Nabu, junto con las estatuas que lo flanqueaban.
Máquinas y explosivos fueron utilizados para destruir el Palacio de Ashurnasirpal II, rey de Asiria entre 883 y 859 a.C.
El arqueólogo iraquí Faleh Noman, quien fue designado por el gobierno iraquí para liderar la evaluación de los lugares, caracterizó la destrucción de “barbárica”.
“La entrada principal al palacio que lleva hacia la sala del trono ha sido completamente destruida. Los relieves de las paredes y los lamassus de la segunda entrada también han sido dañados, y solo queda un relieve grande intacto”.
Dentro del palacio, él descubrió que los bajorelieves habían sido destruidos con mazos.
Entrenamiento
Solamente en la región de Mosul, las autoridades iraquíes estiman que 66 sitios han sido destruidos.
También se han registrado saqueos. Muchos de los túneles excavados por extremistas fueron hechos para buscar antigüedades y venderlas en el mercado negro para comprar armas.
Es una situación que ha impulsado al gobierno iraquí a buscar ayuda internacional y que ha dado también lugar a la creación de un esquema por parte del Museo Británico para entrenar a arqueólogos, a fin de trabajar en el terreno.
El entrenamiento incluye dos trabajos de campo en zonas que nunca cayeron bajo el control de EI en el sur de Irak en un sitio llamado Tello y un área kurda en el norte, en Darband-i Rania.
Tello, el nombre moderno en árabe de la antigua ciudad sumeria de Girsu, es una de las ciudades del mundo más antigua y es una megaciudad con una distribución similar a la de Nínive o Nimrud.
El descubrimiento de las tablas cuneiformes reveló la existencia de los sumerios, que inventaron la escritura hace 5.000 años y pudieron haber desarrollado una forma de democracia temprana, muy anterior a la de los griegos.
También hallaron restos frágiles de piezas de arquitectura monumental como el Puente de Girsu -el más antiguo que se haya encontrado- que será el foco de los trabajos de conservación.
Más y más hallazgos
A finales de 2016 y principios de 2017 se hicieron excavaciones en el distrito sagrado, conocido como el Montículo del Palacio.
Más de 80 años después de que pioneros franceses descubrieran por primera vez las ruinas de este palacio helénico, pudimos milagrosamente desenterrar extensas paredes de barro del Templo Ningirsu.
Dedicado al dios de las tormentas, era uno de los lugares sagrados más importantes de la Mesopotamia y apreciado ampliamente por su magnificencia.
Sin embargo, hasta ahora sólo se sabía de él por lo que decían los textos cuneiformes, y este descubrimiento representa un hito en la historia de la investigación arqueológica en Irak.
En este complejo religioso de 4,000 años, hemos expuesto lo que parece ser la parte central del santuario, una entrada decorada, el espacio interior con un altar de ofrendas, pasadizos flanqueados por colosales piedras con inscripciones y restos desparramados de pavimento y ladrillos.
Entre los hallazgos más singulares hay un fragmento de una tableta fundacional de mármol del gobernante sumerio Ur-Bau, una placa de terracota con una pareja sumeria y dos sellos cilíndricos, uno perteneciente a una deidad y otro con una escena en la que varias deidades aparecen frente al dios del Sol.
Estos y otros objetos importantes ya han sido entregados al Museo de Irak en Bagdad.
También se han hecho descubrimientos importantes en el norte de Irak.
Darband-i Rania es un paso en el límite occidental de las montañas Zagros, una ruta histórica de Mesopotamia a Irán.
Alejadro Magno pasó por allí en el año 331 a.C y, en los siglos VIII y VII a.C estaba en el este del Imperio Asirio.
Esperamos aprender más sobre el control imperial temprano de este punto estratégico en el primer milenio a.C.
Cuna de la civilización
Esperamos que el descubrimiento de éste y otros sitios antiguos contribuyan a crear un mejor futuro para Irak, un país con una herencia increíblemente rica.
Es la cuna de la civilización, con un número enorme de restos que van desde la prehistoria profunda hasta el día de hoy.
A medida que el país se transforma en un lugar más seguro, expediciones arqueológicas están explorando una vez más esta herencia única.
Esta investigación arrojará nueva luz sobre el surgimiento y la caída de muchas civilizaciones que han florecido aquí, y traerá esperanza para el futuro.
*Sebastien Rey y John MacGinnis son los arqueólogos que lideran el proyecto del Museo Británico en Irak.