Si tienes problemas para pagar el préstamo del auto, esto es lo que debes hacer

A medida que aumentan los incumplimientos de los pagos, aquí hay unos pasos para ayudarte a salir del apuro

Pagar un auto se ha convertido en una verdadera pesadilla para muchos.

Pagar un auto se ha convertido en una verdadera pesadilla para muchos. Crédito: Shutterstock

El aroma a auto nuevo no se ha desvanecido todavía y ya tienes problemas para realizar los pagos del préstamo para el auto.

No estás solo. Un reporte publicado por Experian muestra que, aunque bajaron los retrasos en los pagos de 30 días en los préstamos para autos, los retrasos en los pagos de 60 días siguen aumentando. El proveedor de servicios de información estima que más de 1 millón de consumidores llevan de 60 a 89 días de retraso en los pagos de los préstamos para auto.

Según Bruce McClary, vicepresidente de comunicaciones de la Fundación Nacional sin fines de lucro para el Asesoramiento Crediticio (NFCC), hay muchas razones que pueden meterte en problemas. Tal vez perdiste la fuerza de voluntad en el concesionario y compraste un auto más caro del que podías permitirte, menciona. O tal vez tus circunstancias cambiaron desde que compraste el vehículo.

“Un mes o dos más tarde, se te puede caer el mundo con una emergencia médica o la pérdida del trabajo”, advierte.

Cualquiera que sea la razón, si tienes problemas para pagar el préstamo, debes considerar de inmediato estas medidas.

Qué hacer

Evalúa tu situación financiera. Revisa tus ingresos y gastos para determinar si debes tomar medidas drásticas, como deshacerte del auto o ajustar tu presupuesto, recomienda McClary. Luego, desarrolla un plan. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con un asesor crediticio sin fines de lucro, sugiere. Puedes encontrar uno en el sitio web de NFCC.

Hazle saber a tu prestamista que tienes problemas. Notificar a tu prestamista acerca de tu situación financiera demuestra que deseas ser responsable y pagar el préstamo, informa un artículo publicado por la Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB). La solución podría ser tan fácil como cambiar la fecha de vencimiento del pago si estás esperando cobrar un cheque y deseas evitar recargos por pagos atrasados e incumplidos.

Algunos prestamistas tienen programas para situaciones difíciles temporales que podrían permitirte posponer algunos pagos, comenta McClary. Además, tu prestamista podría reestructurar el préstamo mediante la extensión del plazo y, como resultado, reducir el pago mensual.

Haz tratos razonables. Si haces un trato con tu prestamista, asegúrate de que puedes mantenerte al día con el nuevo cronograma de pago. No quieres volver a tener el mismo problema, recomienda Pamela Banks, abogada principal y administradora de programas de  Consumers Union, la sección de políticas y movilización de Consumer Reports. Banks también recomienda:

•             Guardar los registros de la comunicación con tu prestamista y las copias de todos los documentos. Podrían ser útiles si necesitas verificar la deuda, la suma de dinero, fechas relevantes o acuerdos con el prestamista.

•            Supervisa tu informe de crédito para evitar informes negativos (o errores) que podrían afectar tu puntaje crediticio.

Refinancia el préstamo. Muchos bancos y cooperativas de crédito tienen programas de refinanciación de préstamos de autos que, en general, no tienen recargos ni pagos iniciales. Ten en cuenta que no todos los préstamos de auto califican para una refinanciación. Si el tuyo sí, refinanciar a una tasa más baja reducirá tus pagos mensuales y el costo total. Además, averigua si tu préstamo actual tiene un recargo por pago anticipado, lo que podría reducir tus ahorros.

Piensa más allá del préstamo del auto. McClary recomienda ser creativo cuando consideras tus opciones. Una medida, comenta, es liberar el dinero que utilizas para pagar otra deuda. Por ejemplo, podrías considerar refinanciar la hipoteca o, si tienes una gran deuda en la tarjeta de crédito, puedes aprovechar la oferta del emisor de la tarjeta para una transferencia de saldo sin o con bajo interés.

Otras opciones pueden ser solicitar un préstamo de consolidación de deudas o un crédito hipotecario de tu banco o de una cooperativa de crédito, recomienda McClary. Pero esos préstamos, si no están bien administrados, pueden endeudarte aún más, advierte. Un crédito hipotecario es particularmente peligroso porque pones tu casa como garantía, indica. McClary explica que un asesor crediticio sin fines de lucro puede ayudarte a encontrar la mejor solución.

Olvídate del vehículo. Si decides que ya no puedes pagar el auto, una opción puede ser vender o permutar el vehículo y encontrar un auto que puedas pagar, recomienda CFPB. Si consideras esta opción, McClary comenta, averigua cuánto debes todavía del préstamo y compáralo con lo que vale tu auto. (Encuentra el valor de tu auto en  CR.org/cars. Introduce la marca, el modelo y el año, haz clic en “Go” [Ir] y, en la siguiente página, haz clic en “View Pricing & Local Inventory” [Ver precios e inventario local]). Si pediste un préstamo a largo plazo con un pago inicial bajo o sin ningún pago inicial, puedes notar que debes más de lo que vale el auto. Eso hace que la venta o permutación del auto sea poco práctico porque no obtienes lo suficiente para pagar el préstamo, explica McClary.

También aconseja evitar los programas de rescate de los préstamos del concesionario que te permiten permutar un auto que vale menos de lo que debes y convertir la diferencia en un préstamo para otro auto. “Desde el punto de vista financiero, es una idea muy, muy mala”, concluye. “Vas a estar endeudado toda la vida”.

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