¿Cómo rodearnos de buenas vibras?
La buena energía no se promueve sola. Debes trabajar para que tu entorno sea lo más beneficioso posible
Es fácil decirlo, pero no tanto lograrlo. La buena energía no se promueve sola; se requiere que le pongamos voluntad y disciplina. No es que sea complicado, pero tiene un requisito primordial y éste es cerrarnos a toda mala energía, a la llamada “¿mala vibra?”.
Mientras no reconozcamos y vivamos conscientes de los cuatro elementos tóxicos principales a los que estamos expuestos diariamente en todas partes, países y culturas, no podremos generar toda la buena energía que necesitamos para vivir mejor. Y bien que la necesitamos hasta el punto de que nuestra salud y la supervivencia en este planeta dependen de nuestro total cambio de actitud.
Veamos esos cuatro elementos tóxicos o de “mala vibra” con los que luchamos cada día: el estrés; los medicamentos, las deficiencias alimentarias (el balance alcalino y ácido en el cuerpo), el magnetismo en la tecnología y en nuestra mente y espíritu. Estamos emitiendo y recibiendo ondas magnéticas continuamente. Somos antenas. Y, asimismo, interactuamos con los recintos físicos que ocupamos: nuestras casa, sitios de trabajo, centros comerciales, hospitales, cuarteles de policías, etc.
Aprende a reconocer “malas vibras”: Tu plexo solar – ese golpe que sientes de repente en la boca del estómago y tu intuición, son tus armas y las debes afinar para identificar a la gente tóxica que disemina su mala energía. ¡Nunca ignores tu intuición! Aléjate de esas personas antes de que no las puedas sacar de tu vida. Puede que tú no te conviertas en alguien como ellos, pero debes protegerte de los efectos que causan en ti precisamente porque no eres así.
¿Quiénes son las personas con mala energía o “mala vibra”? Las que se regodean en el mal de los demás, las que nunca quieren el bien de nadie más que el de ellos, son cínicos, crueles con los animales, se burlan de los demás, siempre creen tener la razón, mienten todo el tiempo…
La solución para trabajar con este tipo de gente es marcar tu frontera, escucharla amablemente; darle tu opinión (si te dejan hablar), y despídete amablemente. No te prestes a su juego porque te contagiarán su negatividad como si fuera un catarro.
Algunos consejos
Aparte de tu conducta, hay otras medidas adoptadas por culturas antiguas y modernas que ayudan a eliminar la “mala vibra”:
- La esfera de cristal china: colgarla de su hilo rojo en el lado Este (donde sale el Sol) de tu casa, oficina o negocio.
- Quemar un ramito de salvia una vez al mes o cuando haga falta para limpiar tu hogar y recintos de trabajo de las energías negativas mientras rezas una oración (también usar el Palo Santo -una madera muy aromática-, una vez al mes).
- Sonar una campanita cuando sintamos el recinto “pesado” después de que alguien tóxico dejó allí su “mal aliento”; despeja la mala energía porque el sonido de la campana llama a la armonía y la felicidad.
- Utilizar un péndulo para identificar los lugares “cargados” o “ligeros” de la casa, oficina, dormitorio, etc.
- Sonar un cuenco del Tíbet antes y después de iniciar cualquier ejercicio espiritual para limpiar y centrarnos. El sonido del cuenco es sanador y eleva nuestro espíritu.
- Las campanillas o “chimes” de 6 u 8 tubos– en el jardín, balcón, o en el lado Este de la casa, oficina o negocio.
- Los espejos “Bakua” a la entrada de la casa, oficina o negocio. Que las personas que entren se miren en ese espejo. Lo que ellos traigan a tu casa, ellos se llevarán.
- Disolver sal del himalaya, Mar Muerto o kosher en una copa de agua (fórmula del agua bendita en las iglesias católicas u ortodoxas), y colocarla a la entrada de tu casa, dormitorios y oficina.
- Distribuir pequeños recipientes de cristal, porcelana o madera con sal para limpiar energías negativas en los recintos donde vives o trabajas.
- Velas, porque el símbolo de la luz es el más poderoso para enfocarnos en la “buena voluntad” y elevar nuestros deseos.
- Hierbas aromáticas para comer y en recipientes o floreros para refrescar los ambientes.
- Baños con sales antes de dormir para limpiarnos y aligerar el sueño.
- Aromatizadores para oficinas donde no permitan inciensos.
- Y cuando la “mala vibra” eres tú mismo, alerta con esos pensamientos negativos. Son falsos sufrimientos. Cancélalos en cuanto revoloteen en la mente y pregúntate por qué entretienes esas ideas; ¿qué te han hecho para que la emprendas con rabia contra todo? Piensa que la gente no es ciega y entenderá tus ataques mordaces como inseguridad y complejos tuyos.
No olvides que esta es tu vida y solo tú la vivirás contigo hasta el final. No pierdas tu precioso tiempo intentando complacer a todo el mundo, pero tampoco maltratando a todos. ¡Procura ser feliz y deja que los demás también lo sean a su manera!
La autora es analista de temas de ciencia y espiritualidad. Para contactarla puedes accesar http://www.virginiagomez.com.