“Soy tu nieto, necesito dinero para una fianza…”
Las personas más vulnerables suelen ser las víctimas de intentos de estafa telefónica u online. Sepa cómo reaccionar
La llamada llega pronto por la mañana y es acelerada. “Abuelo, soy tu nieto, me han detenido por conducir con unos tragos de más y necesito $1,100 para pagar la fianza hoy. No se lo digas a mis padres”.
Es urgente. Es un secreto. Y es una estafa.
¿La llamada inesperada del IRS pidiéndole dinero inmediatamente o con amenazas? También es una estafa.
¿El caso de esa cita en la red que decide comunicarse directamente con usted para desarrollar una relación intensa vía correo o texto? Cuando le pida dinero para una cuestión de salud o un viaje pese a que le argumente que es militar y está lejos o por cualquier otra causa no está cerca, mucho ojo porque tiene toda la pinta de ser una estafa. ¿El técnico que le llama para advertirle de que su sistema operativo tiene un virus? Cuelgue el teléfono.
Los estafadores son artistas que lamentablemente tienen cada vez más información personal de cada uno de nosotros. No necesitan ni comprar datos pirateados por ladrones de identidad porque como advierte la FTC (La Comisión Federal de Comercio) simplemente con los medios sociales y la información que tenemos en la red ya pueden hacerse con las suficientes pistas como para montar una historia convincente. Con ella tratan de embaucar a personas vulnerables por su falta de cinismo, su amor por la familia o por inseguridad, como podría ser el caso de los inmigrantes.
Muchas veces tienen éxito. Para ponérselo más difícil, siga estos consejos de la FTC y del Better Bureau Business:
- Desconfíe. Los estafadores suelen hacerse pasar por un familiar, una organización caritativa, un servicio o un agente del gobierno. Si lo que le piden o dicen es inusual o inesperado, desconfíe. No se fije en la identificación de llamadas porque estos números son fáciles de falsear. Si le piden dinero cuelgue y llame al número que sepa que es genuino para cerciorarse de que ha hecho lo correcto.
- Busque. Si recibe una llamada de una organización o empresa, busque en la red para saber si es legítima. Use no solo el nombre sino también los servicios que ofrecen y datos que hayan salido a reducir en la llamada. Recuerde que las noticias que son muy buenas para ser verdad normalmente no son verdad.
- Cuelgue. Si la llamada es grabada, si tarda mucho tiempo en conectar con una persona que le hable de una promoción o un servicio y no presione ningún número para hablar con alguien que se ofrezca, por ejemplo, a rebajar los intereses que paga por su deuda en la tarjeta. Cuantos más datos comparta, más sofisticado y creíble pueden hacer la estafa.
- Guarde su información. Sea muy consciente de lo que deja en medios sociales abiertos y nunca comparta información personal de ningún tipo con alguien que no conoce o que le está vendiendo algo o un producto a prueba.
- No tenga prisa. La mayor parte de los estafadores le piden que actúe con premura pero no lo haga nunca. Dese tiempo a pensar en lo que hace y por qué además de verificar la situación.
- No pague nada. Nunca abone el importe de algo que le prometen o una deuda de la que usted no tiene constancia de forma escrita y verificada que tiene. Nunca mande dinero a alguien que no conoce. No deposite un cheque que le manden y luego haga una transferencia inmediatamente para devolver el dinero.
Tarjetas de crédito
Si tiene que hacer un pago en la red o por teléfono, ya sea legítimo o no, hágalo con una tarjeta de crédito porque es la manera de hacerlo con el mayor nivel de protección. Las de débito, recargables o las transferencias de dinero vía Western Union o MoneyGram tienen muchos riesgos y ni el Gobierno ni las empresas legítimas les van a pedir que usen estos medios de pago.