La exmujer de Harvey Weinstein no se considera una ‘víctima’ más del productor
Georgina Chapman se ha centrado de lleno en su carrera como propietaria de la firma de moda Marchesa
Poco después de que salieran a la luz los primeros testimonios sobre los numerosos casos de acoso y abusos sexuales que pesan contra el denostado Harvey Weinstein, su esposa y propietaria de la firma de moda Marchesa, Georgina Chapman, pasó de escenificar su más sincero apoyo a los intentos del productor por redimirse de sus pecados y rehabilitarse a anunciar súbitamente su separación y el inicio del correspondiente proceso de divorcio.
Y pese a que la diseñadora no ha querido pronunciarse públicamente sobre los escándalos de su exmarido -con el que tiene dos hijos, India (7) y Dashiell (4)- y menos aún sobre las sensaciones que experimenta en su regreso forzado a la soltería, su socia Keren Craig ha querido salir al paso del intenso debate que se ha originado en torno a su figura para aclarar su posición ante los acontecimientos y su percepción de lo que a ella personalmente le atañe.
“Georgina no se ve a sí misma como una víctima. Eso es muy importante. Simplemente está tratando de pasar página y seguir adelante con su vida. Hay que entender que Georgina es una mujer fuerte. No me malinterpretes, está atravesando un momento muy duro, pero estamos hablando de una mujer muy inspiradora”, ha declarado Keren, cofundadora de Marchesa, a la revista Grazia.
“Queremos apoyar a todas las víctimas, queremos tener un gesto con ellas. Pero antes tenemos que procesar cómo y de qué manera podrán beneficiarse mejor de nuestra ayuda”, ha explicado Keren sobre su respaldo a los movimientos ‘Time’s Up’ y #Me Too.
Al igual que la propia Georgina en su momento, Keren Craig asegura con rotundidad no haber sido conocedora de las indignantes prácticas sexuales de Harvey Weinstein hasta que empezaron a publicarse las primeras informaciones al respecto en el diario estadounidense The New York Times.
“En absoluto, claro que no. Fue toda una sorpresa y me quedé devastada y con el corazón roto al pensar en Georgina. No me podía creer la fuerza con la que estaba gestionando todo el asunto. Se refugió en el trabajo, en la misión de proteger a sus hijos. Marchesa es, además su vida, su gran pasión“, ha aseverado.