Cámara de Representantes aprueba fondos para evitar cierre del gobierno, otra vez sin DACA 

Falta el voto del Senado para evitar un segundo cierre del gobierno este año

Nuevamente los Dreamers en el limbo.

Nuevamente los Dreamers en el limbo.  Crédito: Spencer Platt | Getty Images

WASHINGTON— En una lucha contrarreloj, la Cámara de Representantes aprobó este jueves una medida que evita el cierre del gobierno mañana, viernes, pero nuevamente dejó en limbo a los Dreamers y afrontó la rebelión de demócratas y conservadores inconformes con su contenido.

Aunque la mayoría de los legisladores no tuvo tiempo para leer las 2,232 páginas, porque la medida fue divulgada a las 8pm del miércoles, ésta fue aprobada con 256 votos a favor y 167 y en contra.

La medida autoriza fondos para las operaciones del gobierno federal para el resto del año fiscal 2018, que concluye el próximo 30 de septiembre, y se prevé que el Senado la apruebe mañana, antes de que el gobierno agote sus fondos a medianoche.

El acuerdo presupuestario se logró tras varios meses de espinosas negociaciones en las que, al final, tanto demócratas como republicanos, y la Casa Blanca, tuvieron que hacer concesiones.

Los 167 votos en contra vinieron de conservadores opuestos al aumento en los gastos y molestos porque no apretó las tuercas contra las “ciudades santuario”.

Del lado demócrata,  el Caucus Hispano del Congreso lideró el rechazo a la medida por la exclusión de un arreglo para DACA y por los $1,600 millones destinados para la vigilancia fronteriza, además de que omitió fondos para restablecer los subsidios a las aseguradoras bajo “Obamacare”.

Es que, efectivamente, el voto de hoy representaba la última oportunidad, antes de los comicios legislativos de noviembre próximo, de aprobar una medida que codifique las protecciones de DACA, o provea una vía hacia la legalización y eventual ciudadanía de los jóvenes indocumentados. 

El Congreso omitió DACA también cuando aprobó anteriormente otras medidas de gastos temporales.

El Caucus Hispano del Congreso (CHC, en inglés), y otras demócratas como Luis Gutiérrez,  votaron en contra de la medida porque financia la “fuerza de deportación masiva” de la Administración.

Su protesta contrastó con las declaraciones del liderazgo demócrata, que se mostró complacido con las concesiones republicanas. La líder de la minoría demócrata en la Cámara Baja, Nancy Pelosi, elogió que la medida incluya fondos para prioridades demócratas como la epidemia del abuso de opioides,  y más ayudas para familias trabajadoras.

Para apaciguar al flanco de izquierda del partido, el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, afirmó que “al final del día, los demócratas nos sentimos bien porque se incluyeron tantas de nuestras prioridades”, como la expansión de internet en zonas rurales, mejoras en los préstamos estudiantiles, acceso a cuidado de niños y otras medidas que dan prioridad “a las familias y trabajadores”.

Se desconoce si el senador republicano por Kentucky, Rand Paul, intentará bloquear el voto final en el Senado, como lo hizo el mes pasado por unas horas y provocó el primer cierre parcial del gobierno este año

Pero el voto corre prisa ante el receso legislativo de dos semanas por Semana Santa y la Pascua Judía.

Una bolsa bastante cargada

 En general, los republicanos lograron un aumento por $80 millones en los fondos para el Pentágono, mientras que los demócratas consiguieron $63 millones adicionales para varios programas sociales, pero aún así la medida dejó mal sabor en la boca para ambos partidos.

Del total de fondos para la vigilancia fronteriza, unos $641 millones se podrán usar para la construcción de nuevas barreras físicas y diques en 33 millas de la frontera sur.

También autoriza $251 millones para 14 millas de una barrera secundaria en el área de San Diego (California), $445 millones para 25 millas de diques en el sector del Valle de Río Grande, $196 millones para vallas peatonales en ese mismo sector, y $445 millones para el reemplazo de vallas en la frontera sur.

El documento autoriza $196 millones para la compra e instalación de tecnologías para la seguridad fronteriza, y $38 millones para el diseño y planificación de más barreras físicas.

El texto de la legislación no menciona nada parecido al “gran muro” que prometió Trump durante la contienda en 2016 ni a los ocho prototipos construidos en San Diego.

Asimismo, la medida otorga $7,900 millones para la Administración para la Seguridad en el Transporte (TSA), es decir, un aumento de casi $115 millones sobre el año fiscal anterior.

Por otra parte, la medida incluye el llamado “Fix NICS” para fortalecer la revisión de antecedentes de compradores de armas y fondos para investigar la violencia de las armas como tema de salud pública y para mejorar la seguridad escolar.

Sin embargo, omite otras exigencias demócratas como la prohibición de la venta de armas de asalto, o aumentar de 18 a 21 años la edad mínima para comprar ese tipo de armas de fuego.

El Departamento de Educación recibirá un aumento de $3,900 millones, con más fondos para programas preescolares, pese a que la secretaria de Educación, Betsy DeVos,  pidió recortes por casi esa cantidad para su agencia.

La medida autoriza $465 millones para la “Corporation for Public Broadcasting”, que produce el popular programa de “Plazo Sésamo”, desde hace años en la mira de conservadores.

De cara a los comicios legislativos de noviembre próximo,  también hay $380 millones para la protección del proceso electoral en EEUU contra cualquier intervención de Rusia u otros gobiernos extranjeros.

Imperfecta, pero por ahora vale

Tanto la Casa Blanca como los principales líderes republicanos de ambas cámaras del Congreso trataron de convencer a sus correligionarios de que la aprobación de la medida es una victoria porque, aunque es imperfecta, financia muchas de las prioridades conservadoras.

El director de la Oficina de Gestión y Presupuesto (OMB), Mick Mulvaney, y el asesor de la Casa Blanca para asuntos legislativos, Marc Short, llegaron a la Casa Blanca para dar un giro positivo a lo poco que consiguieron y también para culpar a los demócratas por el fracaso de las negociaciones sobre DACA.

El presidente Donald Trump firmará la iniciativa, dijo Mulvaney, pese a que sólo le otorga $1,600 millones para la seguridad fronteriza y más agentes de la Patrulla Fronteriza,  y recursos de alta tecnología.

El proyecto de ley no elimina fondos para “ciudades santuario” ni los aumenta para ampliar el número de camas en centros de detención, dos de las exigencias de los conservadores para recrudecer el combate contra la inmigración ilegal.

La Casa Blanca había solicitado $25,000 millones para el muro y la vigilancia fronteriza. No sólo no los consiguió todos, sino que la medida tampoco menciona su consabida exigencia de que México pague por el muro.

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