Un deportado de EEUU encabeza el cartel empoderado por el vacío que dejó “El Chapo”
"Acabar con un bad hombre solo lleva al surgimiento de otros", resalta el profesor David Shirk, de la Universidad de San Diego. "Parece que no hemos aprendido nada en la lucha contra el negocio de la droga
Rubén “El Mencho” Oseguera, que era un narco de poca monta cuando fue deportado de California a México en 1997, ahora encabeza el cartel de la droga que ha emergido como uno de los más peligrosos de México: Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
CJNG emergió con fuerza y violencia después de la extradición de Joaquín “El Chapo” Guzmán a Estados Unidos, cuya ausencia creó un vacío de poder que generó luchas entre diversos carteles y la emergencia de CJNG, ahora tan importante como el Cartel de Sinaloa.
Este intercambio de poderes en el narcotráfico mexicano revela algo más, dijo David Shirk, Director del Programa “Justicia en México” y profesor de la Universidad de San Diego.
“Ni México ni Estados Unidos parece haber aprendido nada en la lucha contra las drogas”, dijo Shirk en una reciente entrevista con La Opinión. “Es realmente algo triste”.
Shirk y sus colegas del programa “Justicia en México” publicaron hace poco un reporte que analiza el surgimiento de CNJG y ofrece recomendaciones para una estrategia más efectiva en la lucha contra los carteles.
Este gráfico, sacado del reporte, indica como surge el CNJG.
El reporte es especialmente crítico de la estrategia de atacar a los “capos” o jefes de los carteles, pensando que esto va a tener un efecto en desarticular las organizaciones criminales.
“Creo que ha quedado claro que puedes acabar con un “bad hombre” y en su lugar va a salir otro, o varios otros“, dijo Shirk. “La estrategia de quitar a los cabecillas crea más violencia contra los ciudadanos comunes, luchas entre los carteles y la diversificación del negocio que no existía antes en México.
Le llaman el “efecto hidra”, por el reptil mitológico de muchas cabezas: cortas una y aparecen varias.
Este año, la violencia relacionada a la droga en México ha llegado a cifras record. Tan sólo el pasado año hubo 29,000 asesinatos. En la última década, se superan los 200,000.
La actitud del gobierno de Donald Trump preocupa especialmente a los expertos, ya que refuerza la supuesta mano dura contra los capos y, a la vez, la deportación indiscriminada sin coordinación con el gobierno Mexicano.
El nuevo líder narco es producto de esa mentalidad, que no comenzó, pero si se acentúa con Trump en los Estados Unidos, dijo Shirk.
“No decimos que no deporten a criminales, simplemente que deben coordinar con las autoridades mexicanas”, indicó el catedrático.
El reporte, que explica la compleja lucha entre diversos carteles y grupos dentro de los carteles para hacerse con los espacios que dejó el Chapo, también hace varias recomendaciones al gobierno de Estados Unidos y al gobierno de México.
Está claro que la “lucha contra las drogas” no ha tenido el efecto deseado, explicó Shirk, y se siguen aplicando estrategias que no funcionan.
“Tenemos nuestros contactos en el departamento de estado y en las agencias del orden y ellos reconocen que lo que se necesita es la capacidad de investigar a fondo los casos en México”, dijo el profesor. “Allá no tienen mecanismos legales para acabar con la organización, como las leyes RICO aquí en EEUU”.
Quitar el o los cabecillas no es suficiente, agrega el reporte, cuando la organización continúa intacta y obtiene otros líderes, cambia de cabeza y sigue permitiendo gracias a la corrupción del sistema político y judicial mexicano.
“Hay formas más inteligentes de hacer las cosas”, apunta Shirk.