California y Nuevo México no han confirmado envío de guardias nacionales a la frontera

A pesar de la fanfarria, Trump necesita que los gobernadores fronterizos colaboren, y aún no está claro que todos vayan a hacerlo. El demócrata Jerry Brown aún "lo está considerando" y lo mismo la republicana Susana Martínez, que se rehusó en 2014, cuando Texas lo hizo por su cuenta.

Aunque el gobierno de Donald Trump ha dicho que es necesario enviar tropas de la Guardia Nacional a custodiar la frontera sur, al menos dos gobernadores de los cuatro estados fronterizos no se han comprometido con la movida, que debe ser autorizada por ellos para llevarse a cabo.

Los gobernadores de California y Nuevo México no han dicho si van a autorizar el envío de tropas pedido por el presidente, mientras que los de Texas y Arizona apoyaron entusiasmados la iniciativa.

Muy en veremos está la decisión de Jerry Brown, de California. El portavoz de Brown Evan Westrup, dijo este miércoles por la tarde a La Opinión que aún no había una decisión al respecto.

El gobernador tiene la autoridad sobre la Guardia Nacional del estado y hará una determinación al respecto“, dijo Westrup. “Los mantendremos informados”.

Adicionalmente, el teniente coronel Thomas Keegan, de la Guardia Nacional de California, dijo a La Opinión que “esta solicitud, como otras que hemos recibido del Departamento de Seguridad Nacional, será revisada para determinar cómo podemos asistir a nuestros socios federales”.

Agregó Keegan que California espera recibir más información del gobierno federal en cuanto a “fondos , duración y fecha de finalización” y que la guardia nacional del estado tiene un programa anti drogas que consiste en 250 efectivos, de los cuales 55 están ayudando en la frontera.

El gobernador de Texas Greg Abbot, republicano y aliado de Trump en todo y para todo, inmediatamente dijo que colaboraría con la solicitud

La gobernadora de Nuevo México Susana Martínez no se comprometió por el momento, aunque culpó al Congreso. “No estaríamos en esta situación sin el congreso hubiera actuado en una reforma migratoria integral” y dijo que apreciaba el esfuerzo del gobierno de “hablar con los estados para ver que se puede hacer en pro de asegurar la frontera”.

Sin embargo, un “sí entusiasta” no estuvo en la respuesta.

El gobernador de Arizona Doug Ducey dijo que estaba de acuerdo con la decisión del presidente y que habría más detalles muy pronto.

El presidente Donald Trump no puede, bajo la ley, decidir por sí mismo el envío de las tropas a la frontera, a menos que haya una situación de emergencia, una insurrección o una invasión.

A pesar de las palabras alarmistas del gobierno de Trump, alegando que el envío de tropas es necesario para detener “creciente influjo de inmigrantes ilegales, drogas y pandilleros violentos de América Central“, el presidente no firmó una declaración de emergencia porque, según los expertos, no hay bases legales para ello.

Varios presidentes anteriores han enviado tropas a la frontera por diferentes razones. El presidente Barack Obama autorizó un grupo en 2010 y el presidente George W. Bush hizo algo similar en 2006. En ambos casos, California colaboró, aunque en 2006 el gobernador era un republicano, Arnold Schwarzenegger.

A principios de los años 90 George H.W. Bush envió tropas a la frontera luego de la aprobación del TLC, que generó un aumento en la inmigración indocumentada al afectar el campo mexicano.

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