Alebrijes: arte mágico que deleita a todas las edades en Chicago

El escultor y pintor de alebrijes Carlos Orozco lucha por un mercado justo para las comunidades indígenas oaxaqueñas y busca a través de la educación que la gente aprenda a valorar este tipo de arte

Los alebrijes que pintaron los participantes en La Catrina Café en Pilsen durante las clases fueron tallados en madera de copal por artistas del colectivo ‘Puech Ikots’ de Oaxaca, México.

Los alebrijes que pintaron los participantes en La Catrina Café en Pilsen durante las clases fueron tallados en madera de copal por artistas del colectivo ‘Puech Ikots’ de Oaxaca, México.  Crédito: Cortesía

Los alebrijes son coloridas y pintorescas figuras de animales fantásticos de madera tallada bien conocidas en el arte popular mexicano. Estas artesanías también pueden ser hechas de cartón y de papel maché.

El tiempo de confección de la pieza dependerá del tamaño y detalles de la escultura. “Para elaborar un alebrije los escultores trabajan alrededor de ocho horas al día y culminar la pieza podría tomarle desde un mes hasta dos o tres años, todo dependerá del tamaño y complejidad de la pieza”, explicó el escultor y pintor oaxaqueño Carlos Orozco en entrevista con La Raza.

En esta oportunidad, hablaremos de los alebrijes oaxaqueños que son un tipo de escultura hecha exclusivamente de  madera de copal.

Para Orozco los alebrijes no tienen una forma totalmente definida, son una combinación de ideas, de diseños y colores. También debemos recordar que cada pieza es única, por lo que no es una artesanía común, es una pieza colorida y tallada elaborada a mano.

“No podemos trabajar con otro tipo de madera dado que la tradición de Oaxaca es trabajar con madera de copal, mientras que los otros alebrijes que son de la capital mexicana son de papel maché y con alambre. Ambos son igual de importantes y representativos de México”, detalló el artista.

Según Orozco, el término “alebrije” proviene de la confluencia de tres palabras: Ale (alegría), bri (misticismo o brujería) y embije (acción de pintar de una manera rara y única).

Y se narra que Pedro Linares, un artista mexicano, dio a conocer la palabra alebrije que le fue revelada a través de un sueño en la que vio imágenes de animales y plantas extrañas.

Orozco fundó ‘Puech Ikots’, un colectivo cuya misión busca proporcionar un camino hacia la autonomía económica a artistas indígenas en la sierra oaxaqueña. “El trabajo que hago como activista en Oaxaca consiste en apoyar a las comunidades indígenas. Tengo un proyecto que se llama ‘Puech Ikots’, que en lengua huave significa “palabras de nuestra gente”. Este es un proyecto para apoyar a todas las comunidades indígenas de nuestro estado que hacen diferente tipo de arte”, señaló Orozco.

A Orozco también le encanta hablar del tema del mercado justo porque cree que es lo que las comunidades indígenas merecen: “por eso doy los talleres  y explico qué es este tipo de arte para que la gente pueda valorarlo”.

Aprenden a pintar alebrijes

Durante su visita a Chicago, Orozco ha realizado conferencias en el Museo de Arte de la Universidad de Loyola y en la Universidad de Illinois en Chicago y ha dictado talleres de pintura de alebrijes orientada a la familia en La Catrina Café en Pilsen. En sus clases también ha enseñado sobre la historia, importancia y el proceso de creación de los alebrijes.

“El trabajo que estoy haciendo fuera de mi país es enseñar y compartir la cultura y todo el proceso que lleva hacer una pieza para que cuando vayan a México  y tengan la oportunidad de comprar una pieza valoren el costo”, puntualizó Orozco a La Raza.

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