Paul Rodríguez: comediante Michelle Wolf “tuvo todo el derecho” de atacar a la Administración Trump
Rodríguez continúa haciendo comedia y películas y está produciendo una serie cómica
WASHINGTON— El actor y comediante mexicoamericano, Paul Rodríguez, vive de los chistes que hace a expensas de los políticos, y este miércoles consideró que la comediante Michelle Wolf “absolutamente tuvo todo el derecho”, dentro de la Primera Enmienda, de atacar a la Administración Trump.
En entrevista exclusiva hoy con este diario, Rodríguez defendió la libertad de expresión, especialmente en unos momentos en que el presidente Donald Trump se ha dado a la tarea de atacar a los medios de comunicación, e incluso los ha acusado de ser “enemigos del pueblo”.
“Absolutamente que ella tenía todo el derecho. La Administración Trump ha sido terrible para la Primera Enmienda y creo que está tratando de borrarla. No olvidemos los ataques que el presidente hace en Twitter, que son dañinos para la democracia”, afirmó Rodríguez.
El comediante señaló que la audiencia durante la cena de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca (WHCA) del sábado pasado, donde actuó Wolf, tenía progresistas y conservadores, por lo que “sus ataques podían haber sido más equilibrados”.
Rodríguez le dio una calificación de siete de 10 porque, a su juicio, “hubo tanto que ella pudo haber hecho distinto con su material, aunque algunas de sus bromas estuvieron bien acertadas”.
Durante la cena, que levantó una polvareda política de la que todavía hoy se seguía hablando, Wolf atacó ferozmente la apariencia física de la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, a quien también acusó de mentir constantemente desde el podio.
La saliente presidenta de la WHCA, Margaret Talev, se distanció de Wolf y condenó que su actuación no haya mantenido el “espíritu” de la misión de la organización periodística.
De inmediato, periodistas, políticos y celebridades vertieron sus opiniones sobre el incidente en las redes sociales.
La mayoría consideró que aunque no todas las bromas fueron “risibles”, Wolf está protegida por la Primera Enmienda y la WHCA, como organización periodística, debió respaldarla.
Rodríguez, un veterano de la comedia durante más de tres décadas, cedió la entrevista para promover su más reciente producción, “The Here and Wow”, realizada por Comedy Dynamics.
La producción, de 75 minutos, debutó ayer martes en Amazon y canales por cable, y saldrá a la venta al público el próximo 4 de mayo, en víspera de la celebración mexicana del “Cinco de Mayo”.
En el programa, grabado el Palace Theater de los Angeles (California), Rodríguez hace chistes contra la Iglesia Católica, las relaciones familiares, el sexo, las relaciones interraciales y, desde luego, cómo les va a los inmigrantes en la “era de Trump”, entre otros temas.
“No lo estoy atacando a él (Trump) por su pelo sino esencialmente por el muro; nos da material de sobra. Cada quien tiene su estilo, pero no creo que sea necesario excederse con las palabrotas”, dijo Rodríguez.
En ese sentido, reconoció que su estilo “ha madurado” y ahora evita “demasiada vulgaridad, porque se puede ser cómico sin tanto de eso”.
“No es fácil ser comediante, pero en nuestro país hemos tenido comediantes magníficos, como Will Rogers o Bob Hope, que tenía mucha astucia y picardía sin ser grosero”, señaló.
“Ahora vemos a un presidente que usa Twitter obsesivamente. Yo me meto a Twitter cuando no tengo nada mejor que hacer, ¿Pero él, que debería estar ocupadísimo, de dónde saca tiempo?”, preguntó Rodríguez a manera de retórica.
Rodríguez piensa que para los comediantes cualquier tema es válido, “pero depende de si el comediante lo usa con buen efecto, porque se puede ser sucio sin ser vulgar”.
Por otra parte, Rodríguez lamentó que los comediantes hispanos sean “una anomalía” y que los latinos, en general, sigan siendo una ínfima parte de Hollywood, que sigue presentando al público una óptica de “blanco y negro”.
Nacido en Culiacán (Sinaloa), Rodríguez emigró con sus padres al área de Compton, donde fue “el único niño blanco” –en realidad trigueño- en un colegio de mayoría afroamericana. Rodríguez allí descubrió su habilidad innata para hacer reír a los demás y encontró en la comedia un punto de “unificación” entre las razas.
Rodríguez, de 63 años, quería ser abogado y, tras prestar servicio en la Fuerza Aérea durante seis años, siguió el consejo de un maestro y tomó un curso de actuación.
Ese curso le cambió la vida y lo encaminó hacia su primera película y una exitosa carrera como actor a partir de 1983 y, según aseguró, no se arrepiente.
Ahora, tras cosechar numerosos premios y reconocimientos, Rodríguez todavía tiene proyectos pendientes.
Por ahora produce el piloto de una serie cómica titulada “Tres hombres en terapia”, en la que actúa junto con Edward James Olmos y su hijo, sobre tres hombres que no se llevan bien y pasa todo el tiempo en terapia. Rodríguez piensa “venderla” a varios estudios en Hollywood, o difundirla en YouTube.