5 malos hábitos en el trabajo que dañan tu salud

Seguro haces prácticamente todos sin que te des cuenta

Mala postura y audífonos todo el día, malos hábitos laborales.

Mala postura y audífonos todo el día, malos hábitos laborales. Crédito: Shutterstock

Siempre dicen que el trabajo es salud, pero la realidad muchas veces contradice esos saberes populares. El problema es la forma en la que la mayoría de las personas trabajamos: dedicamos horas y horas de nuestro día frente a un monitor y en los horarios de descanso muchos de nosotros miramos el celular. Con la llegada de los negocios digitales y de modalidades de trabajo como los freelance, estos malos hábitos para la salud afectan cada vez a más personas.

En el diario La Vanguardia relevaron los 5 hábitos laborales que no más afectan tu salud:

Siempre conectados

Las posibilidades de permanecer siempre en contacto con nuestros jefes y compañeros de trabajo por el celular y las redes sociales son una gran amenaza a la salud, ya que pueden generar estrés y el desequilibrio del bienestar emocional. Los especialistas recomiendan la desconexión de todo lo que tiene que ver con la actividad profesional durante el tiempo libre. Esto quiere decir no revisar los mails, sacar las alertas y dejar los mensajes que no sean absolutamente urgentes.

Mala postura frente a la computadora

Con el pasar de la jornada laboral, muchos de nosotros nos vamos derritiendo en la silla de la oficina. Pero esto es lo peor que puedes hacer. Para evitar molestias en la postura es fundamental sentarse derecho frente a la computadora. Empieza por la posición del teclado. La barra espaciadora debe estar centrada con nuestro torso y también a la posición de la pantalla. El monitor, por su parte, debe estar a medio metro de distancia de los ojos y entre 10 y 20 grados por debajo de los ojos, para la salud ocular.

No te olvides de checar con un traumatólogo los cambios en tu postura y con un oftalmólogo por si es necesario el uso de anteojos.

Comer frente a la pantalla

Otro gran problema de la modernidad. Algunos pueden hacerlo porque no tienen comedores adecuados en la oficina o porque prefieren adelantar trabajo en el horario del almuerzo. Cualquiera sea la razón, esta práctica dificulta la capacidad de absorción de nutrientes de nuestro organismo. Una de las consecuencias es que no nos sentimos saciados y nos quedamos con una sensación de hambre continua que nos lleva a seguir comiendo.

Falta de higiene en la mesa de trabajo

Un estudio de la universidad de Arizona publicado en 2007 comprobó que en una oficina puede haber hasta 400 veces más microbios que en los baños. Si comes sobre tu escritorio, lo más probable es que tu teclado sea un cementerio de migas y otros restos de comida. Según La Vanguardia, esta suciedad acumulada puede multiplicar la posibilidad de desarrollar gastroenteritis y también resfriados, pero lo cierto es que nuestro espacio es un reflejo de cómo nos sentimos. Así que tómate 5 minutos para limpiar tu escritorio y seguí trabajando.

Utilizar los auriculares a todo volumen

Ya sea porque trabajas en un ambiente muy ruidoso o porque la música ayuda a tu concentración, poner al máximo el volumen de tus auriculares pueden llevarte consecuencias muy riesgosas. Los médicos recomiendan no subir el volumen por encima de la mitad y, en la medida de lo posible, utilizar altavoces en vez de audífonos. De lo contrario, corremos el riesgo de sufrir daños en el nervio auditivo que pueden ocasionar la pérdida de audición.

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