El “Efecto Tóxico” de Trump contra inmigrantes
Animales, violadores y asesinos son algunos de los apelativos que ha usado Trump sobre inmigrantes
“No son personas sino animales” es una de las últimas joyas del presidente Donald Trump en su campaña de expandir una retórica de odio y miedo contra los inmigrantes en EEUU, aseguran defensores pro inmigrantes..
Diversos grupos advierten de que los continuos comentarios del presidente, en los que se “deshumaniza” a los inmigrantes, provocan un aumento de los delitos de odio y sucesos de discriminación y racismo a lo largo del país.
“El presidente convierte en ‘lo otro’ a los inmigrantes, en un desafortunado recordatorio de su visión sobre el mundo“, declaró hoy a Efe Matt Hildreth, del grupo proderechos de los inmigrantes America’s Voice, al referirse a la última polémica provocada por Trump.
Esta semana en una reunión con funcionarios de California que se oponen a las leyes de santario que protegen a inmigrantes en el estado el presidente Trump dijo que “hay gente que llega al país” que “no son personas, son animales”.
Luego negó que se estuviera refiriendo a todos los inmigrantes indocumentados, como fue interpretado por algunos medios y la oposición demócrata. Su blanco, dijo, eran los miembros de pandillas como la MS-13 (Mara Salvatrucha).
No es la primera vez que Trump se refiere a los pandilleros como “animales”, y en numerosas ocasiones ha vinculado la inmigración ilegal con el auge de la criminalidad en general en el país.
Julián Sánchez, analista del Centro de Estudios Cato, escribió en un tuit que Trump sigue “un patrón muy feo y llamativo” al condenar los crímenes “mediante la negación de la humanidad de quienes los perpetran”.
Según Hildreth, el “alarmismo antiinmigrante” y la forma de despreciar al “otro” que demuestra el presidente repercute a nivel nacional.
Su organización ha elaborado y actualizado desde junio de 2015 el “Mapa del odio”, que documenta los casos en los que se han registrado ataques a minorías o grupos marginalizados.
El caso más reciente fue el de un abogado neoyorquino que reprendió a los empleados y clientes de un restaurante por hablar español y a quienes amenazó con denunciar a Inmigración para que fueran deportados, en un suceso que se hizo viral tras ser grabado en video.
Otro caso que ha creado revuelo esta semana se produjo el martes en un local de Starbucks en La Cañada (California), donde un empleado de la cadena escribió en el vaso de café de un hispano “frijolero” en vez de Pedro, como él le había indicado que se llamaba.
Este suceso obligó a la empresa a pedir disculpas por este incidente racista que se produjo menos de dos semanas antes de que Starbucks vaya a cerrar durante unas horas sus 8,000 locales en el país para que sus trabajadores reciban a un curso para combatir las prácticas discriminatorias.
A lo largo de su candidatura y su presidencia, Trump ha tratado de “atizar el miedo” y dividir a los estadounidenses, señaló el director político de America’s Voice, para quien el episodio de Nueva York y cientos más ocurridos en todo el país es otra muestra del “Efecto Trump”.
El Southern Poverty Law Center, que hace un seguimiento de los llamados Grupos de Odio en el país, comprobó que el año pasado había 954 en funcionamiento, comparado con 917 de 2016.
Dentro de los grupos supremacistas blancos, los neonazis se incrementaron el 22 % y los grupos antimusulmanes aumentaron por tercer año consecutivo.
“Esto es preocupante, porque mucha gente está envalentonada por el ejemplo que da el presidente, de negar la humanidad de los inmigrantes y acusarlos de todos los males”, dijo Hildreth.
Esta situación queda patente en una encuesta de Gallup que apunta que las relaciones raciales en el país preocupaban en marzo pasado “enormemente” al 37 % de los entrevistados, la cifra más alta desde 2001, a excepción del sondeo de marzo de 2017, dos meses después de la llegada de Trump al poder (42 %).
Un año antes, en plena campaña preelectoral, en la que Trump destacó por sus mensajes contra la inmigración y los musulmanes, esa preocupación era del 35 %, en los tres únicos años en los que el porcentaje fue superior al 30 %.
Asimismo, el 36 % de los entrevistados este año indicaron estar “muy insatisfechos” con el estado de las relaciones raciales, por el 41 % de 2017 y el 34 % de 2016. De nuevo los tres últimos sondeos con las cifras más altas desde 2001.
Otro aspecto que destacan activistas y analistas es que el “efecto tóxico” de la retórica del presidente ha sido adoptado por el Partido Republicano e integrado a su manual político.
Conforme se acercan las elecciones legislativas de noviembre próximo, se espera que el alarmismo antiinmigrante y la forma de “despreciar al otro” sean temas dominantes de la campaña de muchos candidatos republicanos.
“Esos candidatos quieren que creamos que nuestro aspecto o nuestro origen importan más que lo que somos como personas”, dijo Hildreth.