El segundo hombre más rico de México pide no votar por AMLO
El candidato de "Juntos haremos historia" lo considera uno de los miembros de "la mafia del poder"
La distancia entre un grupo de empresarios y el candidato a la Presidencia de México, Andrés Manuel López Obrador, de “Juntos haremos historia”, parece ampliarse.
Aunque medios mexicanos indicaron que hay una parte del empresariado que tiende puentes para coordinarse con una posible administración federal liderada por AMLO, otros, como Alberto Bailleres, el segundo hombre más rico de ese país, pide no votar por él.
Bailleres es dueño de las 13 tiendas de El Palacio de Hierro, una cadena considerada de lujo, donde pueden encontrarse productos como un bolso Bottega Veneta hecho a mano de $2,400 dólares o un reloj de cristal de zafiro para hombre Bell & Ross de $ 25,535 dólares, reportó Bloomberg.
El empresario tiene una fortuna estimada en $11,000 millones de dólares y es uno de los empresarios sobre los que López Obrador considera que pertenece a la “mafia del poder”.
Es un mensaje desconcertante para los ejecutivos de Palacio de Hierro, Bailleres les dijo a sus empleados que votaran por el candidato que tenga “la mejor oportunidad de vencer a López Obrador… es la mejor oportunidad que tenemos de preservar el sistema económico que nos permite emplearlo”.
Otros empresarios han seguido caminos similares, una campaña que el diario El País, había adelantado que estaba lista para realizarse en mayo, en un intento de frenar la intención de voto que ya alcanza el 52% para López Obrador.
La cadena de supermercados Grupo Comercial Chedraui, el gigante minero Grupo México SAB, el operador de cine Cinépolis de México SA, la aerolínea Grupo Aeroméxico SAB, todos piden a sus empleados “pensar cuidadosamente a quién votan el 1 de julio”, poniendo de frente la mala opción que representaría AMLO.
“Los empresarios están muy preocupados, su postura es muy clara”, dijo Alejandro Schtulmann, director de la consultora de riesgo político Empra en la Ciudad de México. “López Obrador no se ha guardado sus sentimientos para sí mismo, y su discurso genera una gran incertidumbre sobre el modelo económico que va a seguir”.