John Cena se ofrece a revertir su vasectomía para salvar su relación con Nikki Bella
Todo sea por el amor
El pasado mes de mayo John Cena y Nikki Bella anunciaban la sorprendente cancelación de su boda apenas tres semanas antes de la fecha en que debía haberse celebrado. Desde entonces, las dos estrellas de la WWE han realizado declaraciones cruzadas tanto en entrevistas como en sus respectivas apariciones públicas de las que se desprende que ninguno descarta una posible reconciliación.
El principal obstáculo a superar antes de darse una nueva oportunidad sería sus posturas enfrentadas respecto a sus planes de futuro y, más en concreto, acerca de la posibilidad de tener hijos. Hasta el momento el también actor había reconocido en varias ocasiones que la paternidad quedaba por completo descartada en su caso, al considerar que su estilo de vida y su apretada agenda no serían compatibles con educar a un niño, pero la perspectiva de perder al gran amor de su vida le ha hecho cambiar de opinión.
En un inesperado giro de los acontecimientos, John ha anunciado que, si esa es la única forma de recuperar a su chica, estaría dispuesto a pasar por quirófano para revertir su vasectomía y fundar así su propia familia.
“Quiero casarme contigo, y las relaciones, en especial los matrimonios, requieren de sacrificios. Y yo haré ese sacrificio por ti. Te daré un hijo”, le aseguró el también actor en el marco del reality que Nikki protagoniza junto a su hermana, ‘Total Bellas’, ante lo que ella no pudo más que responder pillada por sorpresa: “Pero si tienes la…”.
“Ya lo sé. Físicamente no puedo tener hijos. Lo que te estoy diciendo es que estoy dispuesto a someterme a una cirugía y después seguir adelante con el proceso para tener un bebé”.
Aunque en un principio Nikki no supo muy bien cómo reaccionar ante esa propuesta, en seguida se dejó llevar por el entusiasmo y no tardó en lanzarse a los brazos del luchador mientras le prometía: “Vas a ser el padre más maravilloso del mundo”.
Una vez pasada la ilusión inicial Nikki no pudo más que cuestionarse si eventualmente su futuro marido se arrepentiría de su decisión o se echaría atrás.
“No voy a cambiar de opinión; jamás diría algo así si no fuera cierto”, la tranquilizó John.