Dele Alli, el ‘adoptado’ que se aferró al fútbol y hoy ve de cerca la Copa del Mundo
La historia de desencuentro entre el volante del Tottenham y sus padres biológicos contra su renacimiento gracias a la generosidad de otros
Una de las mayores revelaciones de la Liga Premier y del equipo de Inglaterra en el Mundial de Rusia 2018, tiene una historia realmente atribulada que hoy vuelve de alguna forma a relucir tras el deseo de su madre biológica de “darle un abrazo” , luego de verlo triunfar en las canchas mundialistas con la selección dirigida por Gareth Southgate.
El jugador del Tottenham Hotspur Bamidele Jermaine Alli, mejor conocido como Dele Alli huyó de la casa de su madre Denise -una trabajadora doméstica que vive en Milton Keynes, Buckinghamshire– que lo procreó con ‘Kehinde’ un nigeriano de la tribu Yoruba, quien lo abandonó al apenas nacer.
Alli vivió una existencia realmente inestable entre idas y vueltas de su padre –quien incluso lo llevó a vivir a Nigeria dos años-, el alcoholismo de su madre, quien tuvo hijos de otra pareja; y la calle y las malas compañías en las que se refugió en la parte más álgida de su pubertad.
Fue entonces cuando aparecieron Alan y Sally, los padres de su mejor amigo Harry Hickford, quienes le brindaron su protección y sustento, a pesar de no haberlo adoptado nunca legalmente. Ellos le dieron la oportunidad de jugar al fútbol, lo que realmente amaba, y fue en el Milton Keynes Dons Football que el sueño comenzó a hacerse realidad en noviembre del 2012 para en poco más de dos años firmar el contrato que hoy lo une al Tottenham.
El volante ofensivo de los ‘Spurs’ hoy suma 46 goles y 41 asistencias en 146 partidos disputados en tres temporadas con su club y el valor actual de su carta asciende a los 171 millones de euros.
Alli es feliz y tiene una relación con la modelo Ruby Mae y se le ha visto frecuentemente tomarse fotos con sus padres ‘adoptivos’, razón por la que el encuentro con su madre biológica no parece estar muy cercano que digamos.