Partido Demócrata quita a superdelegados el poder de elegir al candidato presidencial
Funcionarios del Comité Nacional Demócrata votaron para despojar a los superdelegados de ese poder
Los funcionarios del Partido Demócrata votaron el sábado para despojar a los superdelegados de gran parte de su poder en el proceso de nominación presidencial, lo que enfureció a muchos tradicionalistas al tiempo que le daba una victoria al flanco izquierdo del partido.
La abrumadora aprobación de la medida concluyó una tensa reunión de verano del Comité Nacional Demócrata, que había trabajado sobre el tema desde 2016. Los superdelegados ese año se alinearon con Hillary Clinton sobre Bernie Sanders, enfureciendo a los partidarios de Sanders.
Esta es una profunda reforma que neutraliza el histórico poder de las élites del Partido en la selección del candidato presidencial, con el objetivo de contentar a la base y evitar que las primarias de 2020 sean tan amargas como las de 2016.
En la reunión en Chicago, el DNC aprobó por unanimidad unas reformas que reducen al mínimo el papel de los superdelegados, unos funcionarios electos del Partido que se reservaban un sexto de los votos en la convención nacional y que podían votar con independencia de los sufragios populares emitidos en cada estado.
A partir de ahora, esos superdelegados -un grupo que incluye a legisladores, gobernadores y expresidentes- ya no podrán votar en la convención que cierra el proceso de primarias del Partido, a no ser que se registre un empate entre los aspirantes demócratas.
La figura de los superdelegados fue creada en 1982 con el fin de dar más peso a los “entendidos” o élites del aparato del partido, a la hora de decidir el candidato demócrata, y en los últimos años había recibido críticas del ala izquierda del Partido.
Durante las primarias de 2016, la abrumadora ventaja de Hillary Clinton en el voto de los “superdelegados” aumentó la impresión de muchos votantes de que la exsecretaria de Estado se había hecho con la candidatura gracias al apoyo de las élites, a pesar de que el senador Bernie Sanders fue quien generó más entusiasmo popular.
En realidad, Clinton también obtuvo más delegados normales (procedentes del voto popular) que Sanders, por lo que habría ganado igualmente en la convención, pero muchos votantes consideraban aún así que el anterior sistema era antidemocrático, y su reforma hace que el esquema de voto demócrata se parezca más al republicano.
“Hemos escuchado (a los votantes) y hemos actuado, y estoy orgulloso de que nuestro Partido esté haciendo todo lo que puede para atraer a la gente y hacer que votar sea más fácil”, dijo el presidente del DNC, Tom Pérez, tras aprobarse la reforma.
Sanders también celebró la decisión, al afirmar en un comunicado que el cambio hará que el Partido demócrata sea “más abierto y democrático y responda a las ideas de los estadounidenses de a pie”.
La reforma también alienta a los estados que organizan caucuses (asambleas populares), a que consideren cambiar a un sistema de primarias, por considerar que su esquema es más sencillo y favorece una mayor participación ciudadana, y exigen a los territorios que mantengan el sistema a permitir el voto por correo.
Con información de POLITICO y EFE