Congresista Gutiérrez promete continuar lucha por inmigrantes desde la vida privada
En su lucha por la reforma migratoria, Gutiérrez condenó abiertamente el récord de deportaciones de la Administración Obama y ha criticado sin tapujos la política migratoria del presidente Donald Trump
WASHINGTON— El congresista demócrata Luis Gutiérrez, que desembarcó en el Congreso en 1992 como el primer legislador latino de Chicago (Illinois), se despidió este jueves del Congreso con la promesa de continuar su lucha por los inmigrantes como ciudadano privado.
Gutiérrez anunció en noviembre de 2017 su jubilación de la política a finales de este año, cerrando una carrera pública de 26 años como representante del distrito 4 de Chicago en la que se enfrentó incluso al entonces presidente Barack Obama por su récord de deportaciones.
Desde el pleno de la Cámara de Representantes, Gutiérrez, de origen boricua, ofreció un emotivo discurso en el que hizo un repaso de su vida en los corredores del poder en Washington, donde enarboló la causa de los inmigrantes y la lucha por la legalización de los inmigrantes indocumentados.
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“Es el legado de ayudar a familias e individuos y de hacer de este país un lugar más acogedor para la gente –gente muy parecida a mis padres de una zona rural de Puerto Rico- que ahora cargo conmigo al despedirme. Mi trabajo por EEUU, sus inmigrantes, y el carácter de nuestra gran nación no ha terminado, simplemente se traslada a la vida privada”, dijo Gutiérrez.
“Quienes creemos en la libertad no podemos descansar”, enfatizó Gutiérrez, haciendo referencia a una canción del grupo “Sweet Honey in the Rock” que rinde tributo a líderes de los derechos civiles.
Gutiérrez recordó que nació en Chicago en una época en la que era legal la discriminación racial y en la que “la gente hizo sacrificios y murió para que yo pudiera hablar” desde el Capitolio.
Nacido en 1953 de padres puertorriqueños con escasa educación y que emigraron a EEUU por la pobreza en las montañas de la isla, Gutiérrez señaló que su infancia en Chicago estuvo marcada por una cultura que institucionalizó sin tapujos la segregación y discriminación contra las minorías.
“Si no fuese por el sacrificio de los negros y sus aliados –que literalmente enfrentaron ataques con bombas en sus hogares e iglesias en su lucha por que este país cumpliera con su credo (de igualdad)-, yo no estaría acá hablándoles, y eso me ha guiado y me guiará siempre”, afirmó.
En su biografía titulada “No he dejado de soñar”, Gutiérrez narra cómo en 1984, cuando recién hacha pinitos en la política, escapó ileso de un atentado con bomba molotov contra su hogar mientras su familia dormía, en una época en la que la mayoría blanca de Chicago tampoco aceptaba del todo tener al primer alcalde negro.
El distrito de Gutiérrez, donde la mayoría de la población es latina pero no siempre tuvo gran representación en las urnas, fue creado como resultado del “Acta del Derecho al Voto” de 1965 precisamente para que los hispanos tuviesen representación en la Cámara Baja.
En ese sentido, Gutiérrez dijo que esa ley federal y otras iniciativas a favor de los derechos civiles de las minorías se aprobaron “con la sangre de mártires, de viejos y jóvenes que avanzaron hasta que todos tuvieron derecho al voto”.
Gutiérrez aprovechó para acusar al presidente Donald Trump y a su partido de cuestionar los principios del “Acta del Derecho al Voto”, en aparente referencia a sus esfuerzos por restringir el acceso a las urnas bajo el pretexto de combatir el fraude electoral.
Entre sus logros en el Congreso, Gutiérrez destacó que su oficina ayudó a más de 55,000 inmigrantes a obtener la ciudadanía estadounidense y patrocinó numerosos talleres para educarlos sobre sus derechos, estableciendo un umbral “inigualable” en el Legislativo.
De rápido hablar y personalidad vivaz, Gutiérrez ha liderado el Grupo de Trabajo sobre Inmigración en la Cámara Baja y es miembro del Comité Judicial en ese órgano legislativo.
En su lucha por la reforma migratoria, en particular por los “Dreamers”, Gutiérrez acaparó titulares al participar en protestas, marchas, y actos de desobediencia civil, en los que se dejó arrestar por la policía del Capitolio junto a activistas y miembros de la comunidad inmigrante.
Su labor a favor de los inmigrantes a veces lo enfrentó con Obama (2009-2017), especialmente por incumplir su promesa electoral de impulsar una reforma migratoria integral que legalizara a la población inmigrante. Además, la Administración Obama registró la cifra histórica de alrededor de tres millones de deportaciones durante sus ocho años en el poder.
Con el arribo de Trump al poder en enero de 2017, Gutiérrez también ha condenado la retórica y las medidas anti-inmigrantes del mandatario, especialmente porque, pese a dictámenes judiciales, su Administración continúa la práctica de separación de familias en la frontera sur.
Gutiérrez anunció su jubilación el año pasado y en esa ocasión dijo que una de sus metas desde su nueva vida como ciudadano privado sería luchar por la reconstrucción de Puerto Rico tras el paso del huracán “María”.
En enero próximo, con el inicio de la sesión 116 del Congreso, Gutiérrez será reemplazado en el escaño por su amigo, el mexico-americano Jesús “Chuy” García, quien ganó la contienda por el distrito 4 en los comicios del pasado 6 de noviembre.
Jesus Chuy Garcia is announced as the next IL 4th congressional seat. @WGNNews @WGNRadioNews #WGNElection pic.twitter.com/jn9ROKJ3Rf
— Erik Runge (@WGNErik) November 7, 2018