Renegociación de TLCAN: Ahora Trump puede imponer los aranceles que él quiera
Un reporte reciente sugiere que Trump incluyó un termino en la renegociación del tratado que le permite imponer aranceles a México bajo la excusa de "seguridad nacional"
Durante la Cumbre del G-20 en Buenos Aires, Argentina, los países norteamericanos de USA, México y Canadá firmaron el acuerdo comercial revisado del Tratado de Libre Comercio América del Norte (TLCAN), un acuerdo que había estado vigente por más de una década y que el presidente norteamericano Donald Trump había prometido eliminar durante su campaña como candidato a la presidencia en el 2016.
Después de largos meses de controversias, enfrentamientos políticos y negociaciones, el tratado se volvió a firmar bajos nuevos términos y ahora supuestamente es conocido como USMCA, y no como TLCAN o NAFTA (en inglés) según el mandatario norteamericano – aunque el primer ministro de Canadá desmintió dicho nombramiento –.
A todo esto, un reporte reciente de Reuters sugiere que como parte de las negociaciones que se llevaron a cabo para salvar el tratado, Trump exigió que se le permitiera imponer tarifas punitivas de “seguridad nacional” de hasta el 25% sobre las importaciones de automóviles, vehículos deportivos utilitarios y autopartes fabricados a México, por encima de ciertos volúmenes.
Aunque todavía no es oficial, el nuevo término, que supuestamente Trump exigió como parte del nuevo tratado, ata a México a las peticiones y caprichos del mandatario norteamericano y favorece la guerra fría de aranceles que el presidente tiene con otros países, como China y Canadá.
De hecho, la semana pasada Trump entró en conflicto con la marca de autos General Motor por querer cerrar cinco ensambladoras en norteamérica y amenazó, vía Twitter, con imponer un arancel del 25% en toda importación de autos y autopartes a USA.
Según informa Reuters, un acuerdo paralelo no reportado previamente entre México y USA permitiría a los Estados Unidos aplicar tarifas de seguridad nacional sobre las importaciones anuales de automóviles mexicanos y SUV de más de 2.4 millones de vehículos, un número que supera significativamente a las importaciones totales del año pasado.
El acuerdo paralelo permitiría impuestos de seguridad nacional sobre las importaciones de autopartes por encima de un valor de $90 mil millones por año por los mismos motivos.
Entre otros términos que sí se han hecho oficiales, el nuevo acuerdo requiere que el 75% del contenido de automóviles se fabrique en América del Norte para que un vehículo motorizado reciba un tratamiento libre de impuestos, frente al 62.5%, y pide que los trabajadores de esta industria ganen un salario mínimo de $16 dólares, una disposición diseñada para mover más producción automotriz a Estados Unidos y Canadá.
Aún falta que el Congreso estadounidense apruebe los nuevos términos del tratado, pero las amenazas y tuits de Trump tienen al sector automovilístico, americano y extranjero, muy preocupado, pues muchas marcas americanas ensamblan autos en China y México y los aranceles a importaciones les generarían pérdidas.
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