Las granadas pueden cuidar tu intestino
A esta fruta de corazón rojo se le atribuyen propiedades antioxidantes, efectos afrodisíacos; se cree que puede combatir el colesterol, prevenir el Alzheimer, el cáncer, reducir el estrés y además, posee pocas calorías.
Por todas estas cualidades, no es de extrañar que a las granadas se las denomine “el fruto de los dioses”. Y un reciente estudio encontró una nueva propiedad para sumar a la lista.
Los hallazgos revelaron que la urolitina A, derivada del fruto, y su equivalente sintético, podrían ayudar a tratar la enfermedad inflamatoria intestinal (EII).
La EII hace referencia a dos afecciones, la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, que se caracterizan por la inflamación a largo plazo del tracto gastrointestinal, que incluye el esófago, el estómago y los intestinos.
Según indican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), 1,3% (alrededor de 3 millones) de adultos en Estados Unidos, padecieron una forma de EII durante 2015.
En la nueva investigación, especialistas del Instituto de Biología de Células Madre y Medicina Regenerativa de Bangalore, en India, y la Universidad de Louisville, en EE.UU., identificaron un compuesto natural, urolitina A (UroA), que podría ayudar a mejorar los tratamientos de la EII.
Se trata de un metabolito producido como resultado de la interacción de las bacterias intestinales y ciertas sustancias presentes en las granadas y algunas otras frutas, especialmente las bayas.
Este compuesto también tiene un equivalente sintético llamado UAS03, que posee el mismo efecto terapéutico.
Los hallazgos fueron publicados en la revista Nature Communications.
Cómo nos ayuda este compuesto
Según aseguraron los investigadores, trabajos previos sobre los beneficios que la UroA tiene para la salud, hicieron que estuvieran interesados en analizar el potencial de la sustancia en el marco de los tratamientos para la EII.
La barrera intestinal es una capa unicelular que proporciona protección contra las toxinas y antígenos presentes en el intestino. La integridad de la barrera intestinal se mantiene mediante las proteínas de unión estrecha, y la pérdida de las mismas en la EII, aumenta la permeabilidad del intestino.
Al filtrarse las toxinas causan inflamación crónica y para este problema no existen medicamentos efectivos.
En este nuevo estudio, utilizaron un modelo de ratón para estudiar de que forma UroA y UAS03, podrían ayudar con la EII. Los análisis revelaron que ambas versiones compuestas, reducen la inflamación en el intestino al actuar sobre los “puentes” celulares, que forman el tejido que recubre el intestino.
Los compuestos lograron comprimir estas uniones, evitando que las toxinas se filtren y causen inflamación.
“Hasta ahora, la creencia general es que las urolitinas ejercen efectos beneficiosos a través de sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes”, dijo Rajbir Singh, autor principal del estudio.
Además, el investigador destacó que las urolitinas también reparan las disfunciones de la barrera intestinal, manteniendo su integridad.
Las bacterias, un factor clave
A pesar de que los investigadores alientan el consumo de granadas y otras frutas que pueden conducir a la liberación de UroA en el intestino, reconocen que esto no garantiza que los síntomas de la EII desaparezcan o disminuyan.
Esto se debe a que las bacterias que intervienen en la producción de este metabolito, pueden no encontrarse al mismo nivel, o no estar directamente, en la microbiota intestinal de algunas personas.
Otro de los investigadores involucrados, Venkatakrishna Rao Jala, explicó “los microbios en nuestro intestino han evolucionado para generar metabolitos microbianos beneficiosos en las cercanías de la barrera intestinal”.
Y agregó “Sin embargo, esto requiere que protejamos y alberguemos la microbiota intestinal y consumamos una dieta saludable. Este estudio muestra que el consumo directo de UroA o su análogo (presente en la granada) puede compensar la falta de bacterias específicas, responsables de la producción del compuesto.
Más información problemas intestinales: