Salud femenina: ¿Qué es el cáncer cervical y cómo se puede tratar?
El cáncer cervical aún no tiene causa exacta pero sí puedes prevenirlo
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El cuello uterino, también conocido como cérvix, forma parte del sistema reproductor femenino, y se encuentra entre el útero y la vagina.
El cáncer cervical se produce cuando las células del cuello uterino se convierten en células anormales.
Esta anormalidad hace que crezcan y se multipliquen descontroladamente, ocasionando que muchas se unan hasta formar un tumor (cáncer).
El cáncer cervical puede ser de dos tipos, según sus células:
Células escamosas
Carcinoma en las células que rodean la parte externa del cuello uterino.
Células columnares
Adenocarcinoma que se forma en las células con forma de columna que cubren el canal cervical.
¿Cómo se forma?
No existe causa exacta, hasta el momento, que pueda justificar la aparición del cáncer cervical. Sin embargo, el virus de papiloma humano (VPH) se considera uno de los principales factores provocantes de este cáncer.
El VPH es un virus de transmisión sexual que puede sobrevivir muchos años en el cuerpo de una mujer, y causar la formación de células cancerígenas. No obstante, es sabido que la mayoría no contraen cáncer cervical por VPH, sino por desórdenes en el estilo de vida.
Para evitar esto, existen pruebas de detección de cáncer cervical y vacuna contra el VPH.
Prevención
Lo primero que debes hacer es vacunarte contra el VPH. A partir de los 9 años, una mujer puede recibir esta vacuna. Incluso, se recomienda antes que inicies una vida sexual activa.
Segundo, es importante que te realices citologías ginecológicas para detectar cualquier anormalidad vaginal (ya sea tumores cancerígenos, quistes benignos, infecciones).
Existe la prueba de Papanicolaou, método utilizado para detectar cualquier célula cancerosa en el cuello uterino. Este es un estudio de rutina, que se recomienda cada 3 años desde que tengas 21 años de edad.
También se utiliza la colposcopia: a través de un microscopio, introducido hasta el cérvix, se busca posibles anomalías y se extrae parte del cuello uterino para realizar biopsia. La biopsia también se puede hacer sin la colposcopia.
En conjunto con esto, evita fumar en exceso, tener múltiples parejas sexuales y tener sexo sin preservativos. Lo último también evita que contraigas VPH, que se puede decir es el primer paso posible al cáncer cervical.
Tratamiento
Cuando el cáncer cervical ya es detectado, el tratamiento depende del tamaño del tumor, la edad de la paciente y si quiere tener hijos en el futuro.
Por eso las citologías son de vital importancia. Si detectas una anomalía en el área antes que se convierta en cáncer, o si es cáncer precoz (primera etapa), puede extirparse sin dañar el útero y el cuello uterino; todo esto para que puedas tener hijos luego.
Los métodos de tratamiento para cáncer cervical en primera etapa, son:
- Procedimiento de escisión electroquirúrgica con asa (LEEP, por sus siglas en inglés): a través de un asa de alambre con electricidad, se extirpa el tejido anormal.
- Crioterapia: Con un producto químico se congela el tejido dañado, hasta destruirlo.
- Terapia con láser: Se cauteriza el tejido afectado a través de luz.
Cuando el cáncer cervical está más avanzado, existen otros métodos más invasivos:
Histerectomía
Proceso quirúrgico empleado para eliminar por completo el cáncer cervical en etapa inicial, pero que amerita remover el cuello uterino y el útero, por lo que no podrás quedar embarazada.
Radioterapia
Proceso radiactivo que se aplica cuando el cáncer cervical se ha esparcido a otras partes del aparato reproductor, o cuando ha vuelto a aparecer.
Es aplicable para todo tipo de cáncer cervical en etapa avanzada, y consta de radiación de alta potencia para destruir las células cancerígenas.
Quimioterapia
Se aplican medicamentos para destruir el cáncer cervical. Se puede combinar con la radioterapia para aumentar la probabilidad de que se elimine completamente el cáncer y no vuelva a aparecer.
Los síntomas del cáncer cervical pueden ser: dolor pélvico, dolor durante las relaciones sexuales, sangrado fuera de período, período anormal y flujo vaginal anormal.
Sin embargo, el cáncer cervical en muchos casos no suele presentar síntomas. Y cuando se ha diseminado a otros órganos, los síntomas son mayores.
