Los sabores de cigarrillo electrónico que acabarán por destruir tus pulmones
Expertos advierten que dos populares sabores son particularmente peligrosos para los pulmones
Las autoridades estadounidenses de salud han expresado su preocupación ante el crecimiento del hábito de “vapear” o “vaping”, especialmente entre los jóvenes, al punto que lo califican ya como una epidemia.
Ahora, una investigación de la Universidad de Harvard, reveló que el consumo de ciertos sabores de cigarrillo electrónico pueden acabar por destruir los pulmones.
El problema radica en que los químicos que contienen estos populares sabores impiden que los cilios, que son los vellos microscópicos que recubren nuestras vías respiratorias, funcionen correctamente. Esta circunstancia aumenta el riesgo de sufrir enfermedades respiratorias como asma y enfermedad pulmonar obstructiva (EPOC), lo que a largo plazo puede afectar de manera importante la función pulmonar.
Los sabores que Harvard señala como los más peligrosos son caramelo y palomitas de maíz. Éste último es particularmente nocivo porque contiene un químico llamado diacetilo, que le da el aroma a palomitas de maíz pero que es muy dañino al inhalarse. Incluso los trabajadores de fábricas de palomitas de microondas sufren bronquiolitis obliterante de manera recurrente, una condición pulmonar que ya se conoce como “pulmones de palomitas de maíz”. Algo similar ocurre con el sabor caramelo, que contiene un químico llamado 2,3-pentanediona.
Al exponer células bronquiales humanas a ambos químicos durante 24 horas, los investigadores encontraron que esas sustancias destruyen los cilios y además afectan su producción y su función.
El profesor Joseph Allen, uno de los autores del estudio, aseguró que los usuarios de cigarrillos electrónicos inhalan sustancias que se utilizan para dar aroma al vapor que expulsan, pero los efectos de esos químicos no han sido probados para saber si son seguros o no.
Las autoridades de salud han advertido que, aunque se perciba como menos nociva, la práctica de vaping no es más saludable que fumar cigarrillos tradicionales, pues el ingrediente peligroso y adictivo de ambos es el mismo: la nicotina.