Mujeres toman universidades de México, pero…

MEXICO – En la familia de Susana Alanís sólo ella estudió. Sus dos hermanos varones claudicaron apenas después de la secundaria. “Que estudien los que tienen baja la autoestima”, dijo el mayor con sorna y para molestar a ella que siempre fue la “matada” y la única que logró titularse como Trabajadora Social en una tendencia nacional que ubica cada vez a más mujeres en las universidades.

Estadísticas del Sistema Nacional de Información de Estadística Educativa de la Secretaría de Educación Pública, revelan que en México, de los 3.7 millones de alumnos que estudian una carrera profesional, 1.9 millones son mujeres. Esto el 49.34% de los estudiantes de nivel superior, una cifra inédita que continúa a la alza en las maestrías y doctorados.

Cifras de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), revelan que la matriculación de las mujeres en posgrados es de un 50.4%, mientras que en las especialidades el panorama femenino se ubica en un 51% y en las maestrías en un 51.2% en doctorado.

“Creo que mis hermanos tenían más presiones sociales negativas para dejar la escuela y a las mujeres nos vigilaba más”, observa Susana quien hoy es parte del equipo de trabajo de la Procuraduría General de la República (PGR). “En provincia muchas veces es mal visto alguien que estudia mucho porque los amigos, sobre todos hombres, quieren que te vayas a beber cerveza, a parrandear, y a muchos se los termina comiendo el medio”.

El estancamiento de los varones y el empoderamiento de la mujer ha permitido un crecimiento de la economía mexicana reconocido por la Organización de las Naciones Unidas, sin embargo, aún tiene que lidiar con problemas relacionados a viejos vicios de desigualdad incluso ¡dentro de las mimas instituciones de educación superior!

El estudio “Miradas multidisciplinarias al género y la ciencia en 2019”, elaborado para el Foro Consultivo Científico y Tecnológico, las investigadoras Adriana Ortiz Ortega y Janette Góngora documentaron que las posiciones de poder de las mujeres en universidades como rectoras, secretarias o abogadas generales, sólo representan 14% del total.

Otro problema es la brecha salarial: aunque las mujeres tengan el mismo nivel de estudios todavía ganan menos que los hombres y hoy por hoy las mexicanas se encuentran en el sitio 32 de los 33 países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) a pesar de que se ha documentado por mucho sobre los beneficios.

Este año el Índice de Mujeres en el Trabajo 2019, elaborado por PricewaterhouseCoopers (PwC), concluyó que cerrar la brecha salarial en México aumentaría en 34,000 millones de dólares los ingresos de las mujeres y, por tanto, activaría el consumo para beneficio de todo el país.

Pero uno de los rezagos mayores se concentra en el sistema de justicia. Verónica Cruz, de la organización civil Las Libres que encabeza una demanda colectiva de 20 profesionistas víctimas de acoso laboral, acota:

“Parecería que entre mayor nivel educativo habría más justicia para las mujeres que son victimas de violencia, pero no es así porque hay corrupción, redes de complicidad entre los hombres que dejan a las mujeres incluso con doctorados en el mismo nivel de indefensión que las que tienen pocos estudios y a veces peor porque las educadas temen perder estatus y las repercusiones de denunciar”.